El Ibex 35 se ha anotado la mayor subida del año (+2,72%) y ha reconquistado la cota de los 7.000 puntos tras el anuncio de un plan de saneamiento de Bankia y después de que la victoria socialista en las elecciones francesas haya alentado las expectativas de que la UE flexibilice sus exigencias de austeridad en pro de políticas económicas orientadas al crecimiento económico.

El selectivo madrileño inauguró el lunes en terreno negativo y protagonizó una espectacular remontada a media sesión como consecuencia de dos factores: la reestructuración en la cúpula de Bankia con la dimisión de su presidente, Rodrigo Rato, y las esperanzas de los inversores de una más pronta recuperación económica al calor de la victoria de Francois Hollande en las urnas que supondrá el fin del binomio de austeridad de Merkel y Sarkozy.

A escala nacional, Bankia encabezó los retrocesos del Ibex con una bajada del 3,26% después de que su presidente Rodrigo Rato anunciara su dimisión a la espera de que Gobierno y Banco de España ultimen los detalles de un plan de saneamiento que incorporará ayudas públicas por entre 7.000 y 10.000 millones de euros.

La decisión del Gobierno de recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para solucionar el lastre de Bankia, con unos activos problemáticos vinculados al 'ladrillo' de 31.800 millones de euros, ha permitido el despegue de las acciones de la gran banca, sobre todo de BBVA (+5,37%), que ha liderado el ranking de ganancias, pero también de Santander (+4,7%).

Según el socio director de Atlas Capital Ignacio Cantos, "el anuncio de ayudas públicas libera a Santander y BBVA de la posibilidad de tener que incorporar Bankia" y de tener que acometer una importante ampliación de capital, aunque la cotización de los dos grandes bancos también venía de una senda de corrección importante.

Cantos considera que la victoria del futuro líder galo estaba descontada por el mercado y apunta a que su capacidad de maniobra en pro del crecimiento y en detrimento de la austeridad a ultranza estará limitada por su pertenencia al euro, si bien destacó que el giro en el seno decisorio de la UE podría beneficiar a España.

El resto de principales plazas del Viejo Continente también se ha decantado por el optimismo y ha puesto sus ojos en Francia, en vez de mirar a Grecia, donde los resultados de las urnas alimentan la hipótesis de una salida del euro del país heleno. Así, mientras el parqué de Atenas se ha desplomado un 6,6%, han hecho oídos sordos tanto Milán (+2,6%), como París (+1,65%) y Francfort (+0,12%).

Desde Renta 4 Nuria Álvarez recalca que el mercado ha elegido comprar papel y quedarse solo con las buenas noticias. "El tema de Grecia está muy machacado y que salga del euro no es algo que se esté diciendo por primera vez", enfatizó. Desde la misma casa, Ivan San Félix recalca que la victoria socialista en Francia puede beneficiar al crecimiento, y por ende a la banca.

Prima de riesgo

La prima de riesgo española -que mide el diferencial entre la rentabilidad del bono español y el alemán- ha cerrado hoy en 415 puntos básicos, igual que el viernes, gracias al repunte de la rentabilidad de los títulos germanos.

La prima de riesgo iniciaba la sesión al alza, afectada por la etapa de incertidumbre política iniciada en Europa tras la victoria en las elecciones presidenciales francesas del socialista François Hollande y por el auge de los partidos opuestos a los ajustes en el parlamento griego.

Así, mientras la rentabilidad del bono alemán caía a su mínimo histórico, la prima de riesgo española repuntaba hasta los 428 puntos básicos esta mañana.

Sin embargo, al cierre de la sesión, los títulos germanos a diez años alcanzaban el 1,61 % de interés, frente al 1,58 % del viernes, en línea con la cotización del euro, que recuperaba los 1,3 dólares en el mercado de Fráncfort.

De esta manera, a pesar de que la rentabilidad del bono español ha subido hasta el 5,76 %, tres centésimas más que la víspera, la prima de riesgo se mantenía en 415 puntos básicos.