Luis María Linde, nombrado hoy consejero del Banco de España y considerado como uno de los posibles candidatos a gobernador, tiene por delante un periodo de trabajo intenso pero corto, dado que deberá abandonar la entidad en tres años, cuando cumpla 70.

La cercanía de su jubilación no ha impedido que el Consejo de Ministros le nombre hoy consejero de una institución en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera, pero que atraviesa actualmente uno de los momentos más críticos de su historia, por la crisis financiera.

Su entrada como consejero le coloca además automáticamente en la 'quiniela' de los posibles sucesores de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que acaba su mandato a mediados de julio.

No obstante, tanto si es elegido gobernador como si permanece como consejero, será un mandato corto, de solo tres años, pues según estipula la Ley de Autonomía del Banco de España, cumplir los 70 años es motivo de cese en los dos puestos, así como en el del subgobernador.

Tanto el actual gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, como su predecesor, Jaime Caruana, fueron nombrados consejeros tres meses antes de acceder a dirigir el organismo supervisor.

No obstante, el Ejecutivo no se ha pronunciado sobre qué candidatos baraja para el puesto, aunque sí ha dejado claro que busca a alguien que genere consenso en la oposición y que cuente con prestigio a nivel nacional e internacional.

Linde, en cualquier caso, llega al consejo del Banco de España con un amplio bagaje en los organismos financieros, y con un gran reconocimiento nacional e internacional.

Con su nombramiento, ocupará el puesto que dejará Vicente Salas, que finaliza su mandato ahora tras ser nombrado consejero del Banco de España en 2006 a propuesta del PSOE.

Linde, actualmente asesor para Asuntos Internacionales del Banco de España, ocupó en esta misma institución el cargo de director general del Departamento de Internacional entre 1987 y 2000, aunque anteriormente fue subdirector general y jefe de Operaciones Exteriores del organismo.

Licenciado en Ciencias Económicas por la entonces Universidad de Madrid (ahora Complutense de Madrid), comenzó su trayectoria profesional como Técnico comercial del Estado.

Dentro de la Administración fue jefe del Servicio de Operaciones Especiales en la Dirección General de Importación, y jefe de Balanza de Pagos de la Secretaria General Técnica del Ministerio de Comercio, puesto que ocupó entre 1971 y 1973.

En 1974 fue nombrado jefe de la Oficina Comercial de España en Moscú, y en 1978, fue designado por el Consejo de Ministros secretario general de Economía y Comercio.