La crisis de Bankia se ha llevado por delante el pago de intereses de tres series de participaciones preferentes emitidas por La Caja de Canarias y otras tantas de obligaciones subordinadas. La entidad isleña tendría que afrontar el pago de 1,63 millones por las preferentes, 630.830 euros a miles de inversores minoristas -clientes y pequeños inversores- que pierden las rentas de su dinero y no cobrarán por este concepto hasta que el banco vuelva a tener beneficios. En el caso de las subordinadas los pagos no se cancelan, sino que se aplazan -74.930 euros- hasta volver a la senda de los números positivos.

Según un hecho relevante enviado el jueves y dos más remitidos ayer pasadas las nueve de la noche por el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) -del que forma parte La Caja junto a otras seis entidades- a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, "los resultados del segundo semestre de 2011 y la reformulación de las cuentas anuales individuales y consolidadas" obligan a adoptar estas medidas.

En otras palabras, el descubrimiento de los resultados reales del banco, que tuvo el pasado año 3.318 millones de pérdidas, impide el pago de los llamados cupones, los intereses que corresponden a la inversión en dichos productos. De hecho, el propio folleto de estas herramientas utilizadas por los bancos para incrementar su nivel de capitalización explicita que no habrá pago de dividendos si no existen los beneficios.

Estas preferentes y subordinadas han recibido críticas de clientes que aseguran no haber sido informados plenamente para tener un conocimiento exacto de los productos en los que invertían sus ahorros.

Atrapados en las preferentes

Las preferentes ofrecían una rentabilidad de hasta el 7 % y fueron vendidas entre los pequeños clientes mediante dos emisiones lanzadas en 2004 y 2009. Los miles de afectados por esta suspensión tienen atrapados 34,06 millones de euros en ellas. La única salida es la venta, pero hacerlo ahora significaría perder el 60 % de lo que invirtieron, y eso en el caso de que encuentren comprador.

En el plano institucional, la principal afectada por la cancelación del pago de intereses es la aseguradora Caser (Caja de Seguros Reunidos), propietaria única de una emisión de 50 millones de euros en preferentes. Dejará de percibir algo más de un millón de euros.

En el aplazamiento de los pagos por las rentas de obligaciones subordinadas, también hay afectados tanto en el tramo minorista como en el institucional. En el primero -pequeños inverso-res-, los 630.000 euros que atesoran les habrían supuesto el pago de 6.770 euros, que se pospone. Los otros 67.620 euros diferidos corresponden a una emisión de la que diversos fondos de inversión mantienen en sus manos 13,45 millones de euros.

Muchos otros clientes escaparon de las preferentes y las subordinadas a través del canje por acciones. Claro que en ese caso el rally bajista de Bankia en Bolsa les ha supuesto unas pérdidas del 72,4 % desde el pasado 1 de febrero.