Las empresas eléctricas españolas ponen objeciones a asumir el sobrecoste que la generación de energía eléctrica tiene en los territorios extrapeninsulares -Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla-. Solo Endesa opera en estas áreas del Estado español y el resto de compañías no ve con buenos ojos que la demasía se cargue al déficit de tarifa (el histórico descuadre entre los costes de producción y los ingresos) en lugar de a los Presupuestos Generales del Estado, tal como había previsto el anterior Gobierno socialista.

Canarias representa la parte mayor de ese sobrecoste con 1.400 millones de euros anuales. Para 2012 el anterior ministro de Industria, Miguel Sebastián, había calculado que la energía eléctrica extrapeninsular iba a suponer 1.944 millones de euros, de los que 1.458 millones se cargarían en las cuentas del Estado.

En el plan de Sebastián se acometía un progresivo paso del sobrecoste a las cuentas estatales, que habría finalizado el año próximo, ya con el cien por cien de los 1.944 millones de euros cargados en el presupuesto.

Sin embargo, el Gobierno del PP decidió sacar esa cantidad de los presupuestos y repercutirla en el déficit de tarifa que deberán pagar los contribuyentes y las empresas que operan en el sector. De ese modo, el Gobierno español logra añadir otro grano de arena a la consecución de los objetivos que marca Europa, si bien compromete la delicada situación del déficit de tarifa; uno de los principales problemas que tiene el sistema, según ha manifestado el ministro de Energía, Industria y Turismo, José Manuel Soria, desde que tomó posesión del cargo.

El propio Soria ya ha anunciado que a mediados de este mes estará listo el marco regulador en materia energética, por lo que las empresas aprovechan para tomar posiciones y hacer llegar su postura ante las decisiones que en breve va a tomar el Gobierno.

El propio secretario de Estado de Energía, Fernando Martí, afirmó ayer en el Senado que el problema del déficit de tarifa es "gravísimo". Hasta la fecha suma 24.000 millones de euros y él calcula que solo este año pueden alcanzarse otros 4.000 millones si no se adoptan medidas. Por ley, el tope para el déficit en 2012 es de 1.500 millones de euros, mientras que el año próximo es el marcado para que el sistema deje de ser deficitario.

Reacción de las empresas

Entre las medidas para rebajar el déficit de tarifa el Gobierno baraja una tasa de alrededor de cinco euros por megavatio producido. La reacción de las eléctricas no se ha hecho esperar. Ayer mismo, Unesa, que agrupa a las compañías que aglutinan dos tercios de la producción española, señaló en un comunicado que la decisión "resultaría incongruente y discriminatoria".