Abel Afonso repitió hasta la saciedad al director de su banco que le devolviera el dinero, pero siempre se encontró con la misma respuesta: "Eso no puede ser". Comenzó a sospechar entonces que el dinero al que intentaba sacar algún rendimiento para liquidar a la familia derechos de herencia y poder comprar la casa que fue de sus padres se había esfumado.

"Los ahorros de toda la vida", explicó ayer este jubilado de 67 años que prefiere no desvelar la cantidad exacta que colocó en participaciones preferentes; "no mucho", porque nunca ha cobrado "grandes salarios", afirma.

"Cuando me dijeron que pasara el dinero a Bolsa, les expliqué que yo de eso no sabía nada y que me devolvieran el dinero, pero el director siempre me decía que no podía hacerlo", afirma. Estaba asistiendo al proceso de canje de acciones de preferentes por acciones sin saberlo.

El director hasta fue a buscarlo a su casa para zanjar la cuestión. "Al final firmé", reconoce Abel Afonso. A los dos días al enterarse de la cuesta abajo en que se metía la cotización de los títulos de Bankia en Bolsa, volvió a descolgar el teléfono para llamar al director. "Me dijo que no pasaba nada y que ya volverían a subir", asegura apenado.

Este grancanario vive de su pensión "única y exclusivamente" y se pregunta: "¿quién va a pagar el cajón si yo me muero?".

Alberto P. pelea por su padre nonagenario. Prefiere guardar el anonimato temeroso de darle un disgusto que pueda incidir en su estado de salud. "Creo que no me pregunta por eso mismo, pero juraría que está bien informado", explica.

Los 42.000 euros que logró reunir durante toda una vida de trabajo pasaron a convertirse en preferentes cuando se acabó un plazo fijo y preguntó por la existencia de otros productos que garantizaran una rentabilidad más elevada que la tradicional de los depósitos.

"Cuando empecé a escuchar el tema en los medios de comunicación, comencé a informarme", relata. Al final aceptó el canje por acciones, pero introduciendo en el texto "una reclamación para dejar claro" que lo hacía "sin estar de acuerdo". Le han contestado que lo hizo "voluntariamente" y ya prepara la contarrespuesta.

Asegura que a su padre nadie en el banco le informó de "los riesgos que corría".