La fallida integración de La Caja en Bankia ha conducido a la entidad isleña a pasar de los 429 millones de euros declarados como fondos propios en el momento de su integración en el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) -matriz de Bankia- a contar con solo 25 millones de patrimonio en la actualidad. La valoración negativa de 13.635 millones que el Estado ha hecho del BFA reduce a la nada los 140,9 millones con que la entidad presidida por Juan Manuel Suárez del Toro participaba en la entidad que en la actualidad comanda José Ignacio Goirigolzarri, sustituto de Rodrigo Rato.

El patrimonio neto que la entidad isleña declaró en el balance público que obra en poder de la confederación de Cajas de Ahorros (Ceca) es de 165 millones de euros. Si los 140,9 millones que tenía invertidos en el BFA hoy valen cero, el patrimonio se reduce a los escasos 25 millones de euros mencionados.

La solo pertenencia a un grupo como Bankia supuso a La Caja pasar de los 422,4 millones de euros de patrimonio neto declarados en el año 2009 a los 165 millones de diciembre de 2011. Es decir, una drástica caída del 61%. Pasar a formar parte del emporio que comandaba Rodrigo Rato conllevaba la cesión de una parte del patrimonio propio, de hecho en el último ejercicio se llevó a cabo un ajuste de 194,5 millones en los fondos propios de la entidad isleña. Lo que nunca se vislumbró es que ponerlos en manos de Bankia era lo mismo que destinarlos a cualquier otra actividad a fondo perdido.

Es lo que ha ocurrido tras la nacionalización del Banco Financiero y de Ahorros (BFA), del que La Caja poseía el 2,45% y que era la matriz de Bankia, con un 45% de sus títulos. Hoy el porcentaje de participación de la entidad que preside Juan Manuel Suárez del Toro en el BFA se ha diluido hasta la más absoluta nada.

Con claridad

Así de claro lo dejó el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en el consejo de administración del BFA celebrado el miércoles, cita en la que invitó a los consejeros de las cajas -La Caja de Canarias, Caja Madrid, Bancaja, Caixa Laietana, Caja Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia- a marcharse antes de que él mismo hiciera pública su destitución.

La reforma financiera española pasaba por sumar las fuerzas de las entidades de medio y pequeño tamaño a las de otras que, siendo cajas no, mantenían unas aparentemente buenas salud y fortaleza.

Ceder el negocio y buena parte de los fondos propios resultaba del todo lógico. Nadie se planteó que lo cedido se esfumara, comprometiendo la continuidad de las cajas. De modo más exacto, comprometiendo su escaso espacio de actividad: las obras sociales.

Los fondos de la Obra Social de La Caja pasaron de los 3 millones de euros de diciembre de 2010 a los 2,3 millones con que contaba en el último mes del pasado año. Es decir, en solo un año se redujeron un 23,3%.

Con esos 2,3 millones de euros deberá subsistir la Obra Social, habida cuenta de que las pérdidas -más de 3.300 millones- del grupo Bankia en el pasado año impiden el reparto de dividendos. De los supuestos beneficios que obtuviera Bankia saldrían los fondos de los que se nutrirían las obras sociales de cada una de las cajas.

Las cifras

Z Obra Social

3,6 millones de caída

Los fondos propios de la Obra Social de La Caja de Canarias eran en 2009 de 5,9 millones de euros, según el balance en poder de la Ceca. En dos años, bajó a 2,3 millones, es decir, perdió un 41,1% en un periodo de solo dos años.

Z Monte de Piedad

8 millones de euros

Los créditos a la clientela de La Caja se redujeron tras la integración en el BFA a las papeletas de empeño del Monte de Piedad. Son los 8 millones de euros registrados en el balance de 2011.

Z Fondos propios

248 millones de reducción

La entrada en el BFA llevó los fondos propios de La Caja de los 413 millones del año 2008 a los 165 del pasado ejercicio. Es decir, se redujeron en 248 millones de euros con la operación fallida.