El expresidente del Gobierno Felipe González ha augurado hoy una contracción de la economía de entre 2 y 2,5 puntos del PIB para este año y "otros tantos el año que viene" y lo ha explicado en el descenso de los ingresos del Estado "a pesar de que aumente la presión fiscal".

En declaraciones a la Cadena SER, González ha criticado la "reducción brutal, con pulsiones más ideológicas que de programa" del gasto público decidida por el Gobierno que, a su juicio, está "deprimiendo la demanda" y provocando "una caída de los ingresos que no va a permitir cumplir el objetivo de déficit".

González ha criticado la subida del IVA que se plantea el Gobierno y ha recalcado que "sobre la base de seguir deprimiendo la economía no se va a conseguir un ajuste fiscal en tiempo útil, no", porque "se van a caer los ingresos".

Se ha referido al pacto del Eurogrupo de esta madrugada sobre las condiciones de la ayuda europea a la banca y la ampliación en un año del margen para dejar el déficit público español por debajo del 3 por ciento, y ha dicho que "la letra" de los acuerdos del último Consejo Europeo "está siendo en general bastante decepcionante".

"Los acuerdos políticos del Consejo estaban, digamos, en la buena dirección, pero acabó el Consejo y empezaron a ponerle bombitas de relojería al propio acuerdo, la primera, los finlandeses y los holandeses", ha señalado González quien ha responsabilizado de "la segunda" al BCE, que "sigue sin cumplir" sus funciones y cuya última reunión fue "absolutamente decepcionante".

El exjefe del Ejecutivo se ha referido a las "condicionalidades" que supondrán para España el acuerdo del Eurogrupo y el préstamo al sistema bancario -que ha calificado de "intervención"- y ha dicho que el problema es que "tenemos un Gobierno que no tiene ninguna propuesta que hacer y espera a ver qué propuestas le sugieren".

Ha confiado en que, cuando se ponga en marcha el mecanismo europeo de supervisión bancaria, la línea de crédito acordada en el Eurogrupo "se desligue" de la deuda de España, pero ha añadido que "si alguien piensa que un Estado va a prestar a otro o a su sistema financiero, sin que el Estado sea el último garante, está pensando algo absolutamente imposible de aplicar".

En ese sentido, ha asegurado que, "para ser el último garante", España "va a cumplir unas condicionalidades que vamos a pactar" y que "son las que vamos a ir conociendo".