Los juzgados de Las Palmas tramitan una querella criminal presentada por un empresario canario contra Bankia. En el escrito remitido ante los tribunales, el propietario de una empresa del sector de la importación y exportación asegura que la entidad bancaria le coaccionó y amenazó para que retirara una demanda que había interpuesto contra La Caja de Canarias por venderle un swap sin darle las explicaciones necesarias para conocer el producto y sus efectos.

En enero de este año el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Las Palmas dio la razón al empresario y declaró nulo el contra-to del swap. La sentencia está recurrida por La Caja, que debe devolver al demandante todo el dinero generado a su favor por este producto de alto riesgo, además de hacer frente a las costas del proceso judicial.

Ese es el final por ahora del primer conflicto, el que dio pie a la querella que en la actualidad se dirime. El empresario, que pidió guardar el anonimato, sitúa el inicio de los problemas en 2008, cuando La Caja de Canarias, de la que su empresa era cliente desde hacía cuatro años, le informó de que no tenía intención de renovar el millón de euros, aproximadamente, que disfrutaba en productos tales como líneas de descuento y pólizas de crédito.

En ese momento, el empresario hizo constar que del mismo modo entendía que quedaba resuelto el swap que les unía desde cerca de un año antes. Por el contrario, La Caja opinaba que nada tenían que ver ambas cuestiones. El empresario querellante asegura que en la entidad vincularon la firma de este producto a la renovación de los productos financieros que les unían.

Mientras tanto, el demandante se convirtió en cliente de Bancaja, que, como La Caja, terminó formando parte de Bankia. Con el desembarco de los equipos directivos del banco que presidía Rodrigo Rato comenzaron los problemas.

El año pasado ya no pudo renovar su relación financiera con Bancaja, sino que tuvo que hacerlo con el responsable de empresas de Bankia, incluido en la querella. En el momento de la negociación, expuso que tenía interpuesta la demanda contra La Caja por el swap y el directivo de Bankia le indicó que no iba a haber prórroga hasta que desistiera ante los juzgados.

En la querella criminal, el empresario incluye la grabación de conversaciones con ese alto directivo en las Islas de Bankia. "El ahora querellado le reitera que si no retira la demanda interpuesta contra Bankia SA no tramitará la renovación", es la conclusión que el querellante extrae de las comunicaciones que aporta como prueba documental a la causa.

"No, perdón, si no quitas la demanda, la operación no va a ir a riesgos, ya te lo digo yo", llega a exponer el directivo de Bankia, siempre según la querella criminal presentada en los juzgados. En otro momento de las conversaciones aportadas asegura que no va a "mandar la operación sabiendo que hay una demanda. No, no, por ahí no paso".

El querellante solicita al juez que Bankia y el directivo denunciado depositen una fianza de 233.000 euros para "cubrir las posibles responsabilidades pecuniarias" y, en caso de no hacerlo, "proceder al embargo de sus bienes".