El secretario general de La Caja de Canarias, Teodoro Rosales, ha advertido por escrito al expresidente de la Comisión de Control de la entidad isleña, José Ramón Durán Alday, con recomendar al Consejo de Administración "el inicio de las acciones que pudieran asistirle para salvaguardar el buen nombre de la institución". El motivo de la comunicación de Rosales es la aparición de Durán en los medios de comunicación denunciando presuntas irregularidades en el funcionamiento de La Caja durante los últimos años.

El expresidente de la Comisión de Control presentó la pasada semana una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción, que amplió el pasado lunes, en la que solicita a la Justicia que abra una investigación para determinar si los miembros del Consejo de Administración de La Caja entre 2008 y 2012, los de la Comisión de Control y los directivos cometieron delitos tales como falsedad contable o alteración del precio de las cosas.

En la ampliación de su escrito aportó 160 folios de documentación y abrió el abanico de personas a investigar a Bankia, Banco Financiero y de Ahorros, Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Teodoro Rosales aprovecha la contestación a una solicitud de documentación realizada por Durán Alday para solicitarle que deje de denunciar ante la opinión pública las presuntas irregularidades. "Le ruego que desista en su actitud de utilizar a los medios de comunicación como vehículo para canalizar sus denuncias y se ciña a hacer uso de las instancias judiciales y administrativas que la ley establece", expone el secretario general de La Caja de Canarias.

Además, Rosales califica de "graves e inveraces" las manifestaciones realizadas por Durán en las últimas semanas y le relata las diferentes normas que supuestamente el expresidente de la Comisión de Control de La Caja habría incumplido. El secretario general de La Caja explica a su interlocutor que de permanecer su actitud invariable se verá "obligado a recomendar al Consejo de Administración de la entidad el inicio de las acciones que pudieran asistirle para salvaguardar el buen nombre de la institución".

En la parte final del escrito, Teodoro Rosales autoriza a Durán a "divulgar a las autoridades judiciales o administrativas que considere oportuno de forma íntegra (no parcial ni sesgada o un mero extracto) el contenido" de la comunicación.

La misiva del expresidente de la Comisión de Control que da pie a esta reprimenda tenía por objeto conseguir una copia certificada de la reunión de la Comisión de Control del 23 de abril, en la que presentó su dimisión.

En su respuesta, Rosales le comunica que por estar La Caja "siendo objeto de una investigación judicial" la entidad no va facilitar documentación sino a través de cauces judiciales y administrativos.