Su sueño siempre había sido tener un restaurante propio, así que Victoria y Cristina Gómez no dudaron en participar en el proyecto Recame de la Cámara de Comercio de Gran Canaria para mujeres empresarias. Gracias a esta iniciativa, han podido abrir su restaurante A tu salud, cocina sana en la calle Viera y Clavijo de la capital grancanaria. "Ofrecemos comida un poco diferente a lo que se ha venido ofertando hasta ahora, para personas que comen siempre en la calle, como trabajadores con horario partido o gente que vive sola y no sabe o no puede cocinar", explican.

Victoria y Cristina animan a todos los emprendedores que, como ellas, quieran tener su propio negocio. "Lo más importante es tener una idea clara y en una materia que te guste. Además, esa idea debe ser novedosa, hay que hacer algo distinto pero hacerlo bien", aseguran.

Apasionadas de la cocina, afirman que el camino no ha sido fácil y que, antes de participar en el proyecto de la cámara, en el que un mentor les dio las bases sobre cómo llevar un negocio, estuvieron formándose en la materia durante más de cuatro años. "Hay que tirarse a la piscina, si uno le pone mucho empeño las cosas al final salen", afirman ambas.

Estas hermanas tienen muy clara la base de su negocio. "Cuidamos que sea una dieta equilibrada, sin exceso de fritos ni muchas sales. Hay mucha gente que cada vez más se preocupa por comer sano. Además, cada vez la gente tiene menos tiempo y el que tiene lo quiere dedicar a ocio, hijos o descanso", aseguran estas emprendedoras.

Alaban la ayuda que han recibido por parte de muchos empresarios del sector. "Hemos encontrado profesionales buenísimos, siempre hay gente con ganas de empezar una cosa nueva y de ayudarte con su experiencia", afirman.

Sin embargo, señalan que, como en los comienzos de cualquier proyecto nuevo, tenían miedo de lo que podía pasar. "El día que abrimos el restaurante tuvimos miedo. Estábamos muy desubicadas en el día a día, de cara al cliente, al menú... Eso nos asustaba". Ademas, aseguran que para ellas, el bagaje familiar ha sido muy importante a la hora de emprender su propio negocio.

En cuanto al proyecto Recame, que las ayudó a la hora de enfocar el proyecto de su restaurante, aseguran que para ellas "fue una sorpresa". "El proyecto empezó en noviembre del año pasado, aunque nosotras nos incorporamos más tarde debido a una baja de otro participante. Hay un mentor que te ayuda de manera voluntaria a buscar nuevas iniciativas o ideas de negocio porque es un experto en la materia. En un proyecto familiar como este, a veces es importante tener una visión de alguien ajeno a la familia, por lo que para nosotras ha sido fundamental la ayuda de este mentor", explican.