El matrimonio formado por los canarios Raquel Brito y Pablo Pons, ambos de 33 años, se trasladó el pasado 2 de mayo desde Santa Brígida hasta la ciudad norteamericana de San Francisco, situada en el estado de California. El motivo: Pablo, como ingeniero superior de Telecomunicaciones, consiguió un puesto como desarrollador de iOS para iPhone y para iPad en la empresa Apple. "Yo soy licenciada en Derecho, Procuradora de los Tribunales y en EEUU no puedo ejercer, por lo que me estoy preparando para estudiar un máster en Relaciones Públicas", explica Brito.

Pons consiguió el empleo a través de la red social profesional Linkedin, con la que concertó varias entrevistas telefónicas desde Canarias, y al llegar a San Francisco hizo la entrevista personal. "Hizo la entrevista al quinto día de estar en San Francisco y le cogieron y ahora no tiene un tiempo limitado de contrato, porque en EEUU el despido es libre", comenta su mujer.

Antes de cruzar el Atlántico, Raquel trabajaba en Canarias como Procuradora y Pablo hacia proyectos de iOS para empresas americanas desde las Islas. "El cambio de divisas, las grandes oportunidades de trabajo y el haber obtenido el permiso de residencia permanente para EEUU (green card) en lotería, nos hizo decidirnos a venir a San Francisco", apunta Raquel Brito.

Ambos reconocen estar encantados con el cambio. "Las oportunidades en el campo de la tecnología son innumerables en California, hay muchos inversores y es más fácil encontrar emprendedores que compartan el mismo sueño", apuntan. Además, afirman que las expectativas de trabajo en el estado californiano son mucho mayores y mejores que en cualquier sitio de España. "Con todo el dolor de nuestra alma sentimos decir que en Canarias el panorama laboral en el ámbito tecnológico, en este momento, está muerto. Es muy triste ver el periódico a diario y ver como mi vida anterior, y la de nuestras familias y amigos se van derrumbando por culpa de la crisis", apuntan.

Las condiciones laborales de la ciudad difícilmente tienen competencia. "San Francisco tiene el salario mínimo interprofesional más alto de EEUU, y hay más emprendedores por metro cuadrado que en cualquier parte de Europa", señala Brito. Esta pareja solo se plantearía volver al Archipiélago si la situación mejorara drásticamente. "Poder trabajar se ha convertido en un lujo que no todos pueden alcanzar, y no hablemos de trabajar en lo que te gusta. No obstante, espero regresar algún día y que las cosas estén mucho mejor", afirma Raquel.