La Agencia Estatal de Seguridad Aérea investiga el aterrizaje que un avión de Ryanair realizó este martes en Lanzarote después de solicitar preferencia a la torre de control. Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) reiteró ayer que el aparato de la compañía irlandesa pidió tomar tierra antes de tiempo al ir justo de combustible. Confirmó que ha puesto los hechos en conocimiento de la agencia de seguridad del Ministerio de Fomento, que ya investiga a la aerolínea por tres aterrizajes de emergencia en Valencia, el pasado 26 de julio, por problemas similares. Ryanair, sin embargo, negó ayer que su vuelo tuviese que operar de este modo por falta de carburante.

El vuelo FR2048, con destino Lanzarote y procedente de Leeds, abortó sobre las cuatro de la tarde del martes su primer intento de aterrizaje en Guacimeta, debido al fuerte viento. El aparato de Ryanair tuvo que esperar en el aire su turno para tomar la pista, detrás de otros dos aviones. Su comandante, como confirma la propia compañía, solicitó preferencia, que, según AENA, le fue concedida después de que comunicara cómo llevaba el depósito.

Sin embargo, Stephen McNamara, director de comunicación de Ryanair, explicó ayer que durante la segunda aproximación del avión a pista los controladores aéreos preguntaron al comandante si estaba declarando una "emergencia por combustible" . Según McNamara, el comandante respondió "negativo", porque "contaba en los depósitos con una cantidad sustancialmente mayor" que la establecida como el mínimo. La compañía subrayó que la aeronave aterrizó "con normalidad", sólo quince minutos después del horario previsto. Y reiteró que era "completamente falso" que declarara una emergencia por combustible. También garantizó la seguridad en sus vuelos, "como siempre lo hemos hecho".

La manera de operar de la compañía irlandesa ha sido objeto de fuertes críticas por parte del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla). Su portavoz, José María Íscar, comentaba ayer que "no es nada normal que se pida aterrizar antes de tiempo por falta de combustible". Y reiteró su "preocupación" acerca de posibles presiones de la aerolínea hacia sus pilotos. "La propia compañía", indicó, "ha reconocido que cualquier carga adicional de combustible debe ser justificada por el comandante".

Las denuncias del Sepla jugaron un importante papel para que la Agencia Estatal de Seguridad Aérea abriera una investigación el pasado mes de agosto en relación a tres aterrizajes de emergencia de Ryanair en Valencia. "La seguimos muy de cerca", confirmó Íscar. El presidente de la compañía, Michael O'Leary, respondió al sindicato emplazándole a presentar sus reclamaciones ante las autoridades irlandesas, ante las que entiende que debe responder, y no ante las españolas. O'Leary también avanzó que denunciaría al Sepla y a la Confederación Española de organizaciones de amas de casa, consumidores y usuarios (Ceaccu) por sus quejas. Fuentes de la aerolínea confirmaron ayer que ya se han formalizado las denuncias por difamación contra ambas entidades.

Primera en las Islas

Ryanair es la primera compañía en número de viajeros que opera en Canarias. En la actualidad mueve a 4,35 millones de pasajeros al año. Sin embargo, y después de la supresión de las bonificaciones a las tasas aeroportuarias para las Islas, la aerolínea anunció que eliminará 21 rutas y reducirá la frecuencia en otras 32 a partir del mes de noviembre, fecha a partir de la cual moverá a 3,2 millones de usuarios en el Archipiélago, un 26% menos que en la actualidad.

Otra organización, Facua-Consumidores en Acción, calificó ayer de "inaudita" la "permisividad" del Ministerio de Fomento con la compañía irlandesa, en relación con el incidente de Lanzarote. No ha sido el único incidente que se ha hecho público en los últimos días sobre la compañía de bajo coste. El pasado domingo, otro avión de Ryanair regresó de vuelta al aeropuerto de Manises, en Valencia, a los pocos minutos de despegar rumbo a Santiago de Compostela. El aparato tuvo que dar media vuelta debido a "motivos técnicos de carácter leve", que no se precisaron, según informaron distintos medios. El vuelo salió con cuatro horas de retraso.