Hermanos Domínguez y Javier Puga han conseguido el dinero para recuperar Hiperdino. Los empresarios isleños han captado 35 millones de euros de nuevos inversores canarios (entre los que se encuentra Miguel Ángel Ramírez) para poder comprar la cadena a sus actuales propietarios, un grupo de 24 entidades financieras con los que firmará el traspaso a comienzos de la próxima semana.

La sociedad de los Domínguez y Puga, AJA Inversiones, celebró ayer en Las Palmas de Gran Canaria su junta de administración, en la que entraron cinco nuevos socios, todos del Archipiélago, con la consiguiente ampliación de capital. AJA ya está en condiciones de poner en la caja de Hiperdino los 35 millones de euros captados, además de otros diez que se requirió, al principio de que negociación, como pago inicial. Con ese dinero en las cuentas de la compañía, los actuales propietarios quieren tener garantías de que la empresa funcionará , y que podrán cobrar el precio de la venta: (55 millones entre 2016 y 2019). Por eso, perdonan la deuda de los supermercados (unos 60 millones), que en la actualidad no les son rentables.

Las sociedades de Andrés y José Abraham Domínguez (Anyacon y Prindaya) y Javier Puga (Canfoto) siguen siendo mayoritarias en AJA, con el 68% del capital. Los nuevos integrantes de la compañía son Marisuaro (con un 16%), Gestión y Asesoramiento 3000 (la sociedad de Miguel Ángel Ramírez tiene un 8%), Lanzateide y Anita 2012 (cada una, con un 3,2%) y Alumir (con un 1,6%). Todas ellas proceden de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife.

El esfuerzo de los dueños originales de Hiperdino para obtener el apoyo de otros inversores canarios les ha permitido superar importantes inconvenientes, sobrevenidos al acuerdo inicial al que se llegó en agosto con los 24 bancos que en 2011 se quedaron la cadena por las deudas impagadas.

Fondo fallido

Primero, fue un fondo de inversión privado, que iba a entrar en la operación con una participación del 49%, el que quiso imponer una cláusula de venta futura a AJA Inversiones, que se negó. Los Domínguez y Puga se han planteado la compra como una reentrada en el negocio de la alimentación, con vocación de gestionar las tiendas en el futuro, de ahí que rompieran con su socio inicial.

Además, los bancos tampoco accedieron finalmente a conceder un préstamo sindicado (de entre 21 y 24 millones que íban a facilitar cinco entidades financieras), con los que se garantizaba la viabilidad del traspaso. Ni siquiera la aportación de avales personales por parte de los empresarios canarios, o la mediación del presidente regional, Paulino Rivero, desbloquearon el crédito que necesitaba AJA para comprar Hiperdino.

Así, a una semana vista de la firma del contrato (programada para el 30 de septiembre), los compradores han negociado contrarreloj la entrada en AJA de nuevos socios capitalistas. Para ello, han ofrecido participaciones al 25% del valor contable, y con un rendimiento de entre el 19 y el 20%. Su esfuerzo ha tenido premio, y sólo quedan ya ajustar detalles técnicos para poder proceder a la firma.

El acuerdo, que se sigue mirando con lupa por los vendedores, interesa a ambas partes. Los 24 bancos (entre los que se encontraban la extinta Caja Madrid o Lloyd's) se quedaron la empresa por el impago de sus obligaciones, cuando la sociedad británica de capital riesgo Permira era la propietaria. En la actualidad, mantienen una empresa que sigue teniendo deudas, y que no está gestionada por expertos en el negocio. Con la venta, condonan lo adeudado por las tiendas, pero también incrementan considerablemente la posibilidad de ganar dinero en el futuro, con los rendimientos pactados.

AJA y sus nuevos socios entran con la firme intención de mejorar la gestión de la cadena, asumir su papel de líder en el sector en Canarias y mantener un rumbo fijo en los años venideros. Además de optimizar los beneficios. Proveedores locales y trabajadores de Dinosol (nombre que tomaron los supermercados cuando Ahold fue su propietario) han expresado su posición favorable a la reentrada de los Hermanos Domínguez y Puga, 16 años después de que se desprendieran de las tiendas. Un periodo en el que los gestores han sido, la mayor parte del tiempo, entidades financieras.

En la actualidad, Hiperdino tiene una plantilla de 5.500 trabajadores, 194 tiendas y una facturación de 570 millones de euros, que le convierte en uno de los gigantes de la alimentación en Canarias. La operación de venta, además del cambio de dueño y el modelo de gestión, también supone el saneamiento de la compañía. Una vez cerradas las negociaciones, Hiperdino se colocará en una situación privilegiada para competir por el liderazgo del sector en el Archipiélago, con el apoyo de un grupo inversor íntegramente canario.