¿Por qué Bimbo hace ahora esta apuesta por las Islas y recupera su fábrica en Gran Canaria?

Canarias es un punto estratégico para nosotros. Somos líder de marcas aquí. Tenemos más de 150 productos en todo el grupo, y creemos que es importante ese concepto marca. Las Islas nos pueden permitir consolidar ese desarrollo. Tenemos un 30% de cuota de mercado, y queremos aportar mucho más en el Archipiélago. Lo que sí me gustaría resaltar es que, como conmemoración de la recuperación de la fábrica, hemos sacado para el mercado canario un producto a un precio de un euro, desde el día uno. Queremos demostrarles a los canarios, que nos han elegido como marca líder, que podemos tener un producto acorde a las necesidades del mercado.

¿Cuál es la idea de negocio en esta nueva etapa de la compañía en España?

Nuestros ejes fundamentales son la salud, la nutrición, el servicio y la frescura. En breve veremos un producto sin gluten, y damos mucha importancia a lo natural, que es lo que hacemos en el pan normal y en el horneado.

¿Cómo se organiza Bimbo en Canarias, que es un mercado especial, con, por ejemplo, la concentración de hipermercados en un territorio más pequeño?

En nuestro caso, para nosotros todos son clientes, desde los supermercados a los autoservicios. Aquí llegamos semanalmente a más de 4.400 puntos de venta en toda Canarias. Movemos unos 720 tráileres interinsulares y 1.200 contenedores. A final de año podemos estar hablando de una producción anual de 12.000 toneladas. Lo que puedo decir es que el año que viene el proyecto es mucho más ambicioso.

¿Cómo se han reforzado en recursos humanos con la adquisición de la fábrica?

Hemos incorporado 125 personas a tiempo completo en el área industrial. Tenemos ya una plantilla de 225 efectivos. También queremos consolidar los puestos de trabajo que ahora están como eventuales. Lo transmitimos ya a los trabajadores, y creo que se han quedado bastantes satisfechos. Hay que dar un mensaje de optimismo en los tiempos que corren.

¿Qué compromiso tienen con el territorio en el que se han vuelto a implantar?

Todo el transporte que movemos, el hecho de comprar la harina aquí al lado... Son productos que realmente refuerzan la industria canaria, y cada vez que compramos estos artículos hechos en las Islas estamos apoyando esto.

¿Consideran al Archipiélago como un punto de arranque para encarar al mercado africano?

En principio, nosotros nos queremos concentrar en el mercado canario, que tiene muchas posibilidades. Dese cuenta de que nosotros no sólo abastecemos a hipermercados, también supermercados, tiendas pequeñas, autoservicios, clientes tradicionales, hostelería, bares... Canarias, con toda la influencia que tiene en el mercado turístico, es importantísima.

Precisamente hoy el Turismo y la alimentación parecen ser de los pocos sectores que resisten en tiempos de crisis.

Por eso sacamos formatos con un precio de un euro, adecuado a las necesidades del consumidor. Vemos que la gente va a hacer la compra muchas más veces y el tamaño de las bolsas es menor. La alimentación tira, es cierto. Intentamos que la gente pueda consumir productos asequibles para su economía y su realidad actual.

¿Dónde está el negocio?

Los márgenes se han reducido, evidentemente. Hay que tener mucho volumen de producción. E intentar mantener una fábrica aquí, en nuestro caso, porque podemos colocar el mismo producto que se hace en Gran Canaria también en Lanzarote o Fuerteventura en el mismo día. Esto nos da una ventaja cualitativa importante. A nadie se le esconde la realidad que vivimos. Pero somos optimistas, con la innovación como eje, para tratar de sorprender a los consumidores, y para diferenciarnos como marca. Todos nos hemos criado con marcas, desde pequeñitos, y es un concepto al que le damos mucha importancia.

¿Qué le reservan al mercado local?

Productos específicos, como ya hicimos en su momento, cuando lanzamos el pan sin corteza, que se empezó a consumir sólo en Canarias. Luego lo exportamos al mercado nacional, y hoy se conoce en todo el país. Las Islas, por su situación y sobre todo ahora, con una fábrica, es un emplazamiento perfecto para testar productos de calidad. El consumidor canario es experimentado.

¿Cuánto puede mover en facturación la fábrica de Arinaga? ¿Qué plan de inversión tienen?

No sabemos, en cifras, cuánto se va a destinar a esta zona, porque hay un plan global que hay que desgranar, pero va a ser un volumen importante. En facturación cerraremos este año con 28 millones de euros brutos. El año que viene habrá un incremento importante. Queremos llegar a mil clientes más [puntos de venta nuevos], y ampliar el mercado tradicional, hostelería... Con nuevos productos podemos llegar a ese mercado.

¿Cuál es el acuerdo que mantienen con los grandes distribuidores? ¿Se mantienen los acuerdos del dueño anterior para surtir a los hipermercados?

Es nuestra intención como empresa seria que somos mantener el acuerdo que tenía grupo Grupo Siro, el anterior propietario. Pero como llegamos a todo el mercado, otras firmas de distribución también son clientes nuestros.

¿Cuál es el plan Estratégico de Bimbo a largo plazo?

Tenemos una visión para 2015: ser la panificadora número 1 a nivel mundial. Queremos ser una empresa productiva y plenamente humana.

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