En las circunstancias actuales, ¿la política está en el mundo real?

Hay cada vez más diferencia entre la clase política y la sociedad civil. Queda mucho por hacer en la Administración Pública y en los mismos gobiernos. La reforma en profundidad no se ha acometido y eso sucede porque van a ser los mismos políticos los perjudicados. En esta ocasión no les va a tocar ni a los funcionarios ni a los sindicatos.

¿No se ha recortado suficientemente ya el gasto público?

Hay mucho gasto superfluo y no me estoy refiriendo a la Sanidad ni a la Educación ni a los Servicios Sociales, que ya les han pegado un recorte importante. Hablo de verdadero gasto superfluo y de la cantidad de gente enchufada y empresas públicas que ya no tienen ningún sentido. Ahí hay mucho que hacer y, o se acomete ya, o cuanto más tarde se haga, más tarde saldremos de la crisis.

¿La distancia entre la política y la sociedad en general es más grande con los empresarios?

El empresario arriesga su dinero y crea empleo, los gobiernos, no. Por tanto, ahora más que nunca hay que facilitar la labor del empresario. Hay que facilitar las inversiones. Aquí en Canarias se ha hecho todo lo contrario. Por poner un ejemplo, y es una cosa que afecta muchísimo, hay 17 leyes que influyen sobre el territorio. Teniendo en cuenta que el 50% del suelo canario está protegido, imagine la cantidad de solapamientos de leyes que hacen imposibles las inversiones. Creo que aquí tenemos el Parlamento autonómico de España donde más se legisla, les encanta, con lo que condicionan los mercados.

¿Y cómo debería operar entonces el aparato político canario a su juicio?

A tiempos excepcionales, medidas excepcionales. Aquí, en lugar de eso, lo que hacen es complicar más la maraña administrativa con nuevas leyes, que en algún caso son peores que las anteriores. Hay una falta de responsabilidad tremenda del Gobierno de Canarias. Cuando los empresarios denunciamos esta situación, lo primero que hacen el presidente y algunos consejeros es insultarnos. Luego bajan el tono y reconocen que tenemos razón en casi todo. Y lo tercero, en vez de solucionar las cosas, ahora la moda es que se crean comités. El comité de inversiones, que por cierto no se ha reunido ni una vez y prometió el presidente que lo iba a reunir todos los jueves antes del Consejo de Gobierno.

¿Cuáles son esas medidas excepcionales de las que habla?

Hay una falta tremenda de responsabilidad y eficacia a la hora de atender a las inversiones y, por tanto, los puestos de trabajo. Que deroguen las leyes, que traspasen competencias, pero algo tienen que hacer en el corto plazo. No podemos soportar seis, siete o nueve años más sin poder invertir, porque ya llevamos otros nueve. Conozco dos grupos noruegos que han estado por la zona de Arguineguín para invertir en villas de lujo y zonas deportivas y se han marchado. Van al Ayuntamiento, les explican lo que hay y se marchan a otro lado. Uno de ellos se fue a Agadir.

¿Son un problema añadido las tensas relaciones entre Canarias y Madrid?

La responsabilidad es del Gobierno de Canarias y de Paulino Rivero. Él es quien tiene que defender los intereses de las Islas. Si hay que llegar a un consenso, se llega, pero este hombre está instalado en el populismo y la demagogia del petróleo y de ahí no hay quien lo saque. Hay mucho populismo, mucha política de ocurrencia y el Archipiélago tiene muchos problemas muy serios que abordar, pero dudo que estos que están lo vayan a resolver, porque ya llevan siete años y lo que se ve es siempre lo mismo.

Canarias tendrá en poco más de un año un nuevo REF. ¿Cómo debe ser?

Antes de contestar a eso, le expreso una gran preocupación. Nadie habla de esto y estamos ante un periodo crucial. Contestando a la pregunta, está claro que no se puede repetir lo que hay. Tenemos que dotarnos de un REF innovador que corrija los errores que ha habido en el pasado.

¿Qué errores?

Por ejemplo, es sorprendente que desde el año 94 que existe este REF no se haya puesto en práctica casi ninguna de las medidas económicas que engloba. Me refiero, entre otras, a la obligación del Estado de destinar al menos la inversión media nacional en infraestructuras, la obligación de participar en la promoción de Canarias en la Península y en mercados exteriores o la aplicación de la quinta libertad para que cualquier aerolínea pueda convertir al Archipiélago en su base de cara a cualquier país. Todo eso no se ha llevado a cabo y la responsabilidad es del Gobierno de Canarias, que no ha exigido a Madrid el cumplimiento de esta parte económica del REF.

Parte de la actual batalla Canarias-Madrid es precisamente plantear esas exigencias.

Sí, pero estos temas se resuelven con exigencia y diálogo. Y si no se resuelve así, me parece muy bien el contencioso que ha presentado el Gobierno de Canarias contra el Estado y reclamar esas cantidades. Si los catalanes o los vascos tuvieran un REF, la que habrían armado ya.

Volviendo al futuro REF, ¿qué variaciones habría que introducir en la parte fiscal?

El gran instrumento del REF hasta ahora ha sido la RIC, pero ha estado muy cuestionada por parte de la Agencia Tributaria por no clarificar ni la ley ni el reglamento una serie de supuestos. Por ejemplo, que se pueda dotar como RIC el beneficio que provenga de cualquier actividad y no solo de aquella que se ciñe a la razón social de la propia empresa. El mejor instrumento que tenemos en la parte fiscal ha sido terriblemente cuestionado por parte de la Agencia Tributaria.

¿Se está generando en Madrid una percepción como de trampa en las ventajas que disfrutan las Islas?

Ahí siempre ha habido una falta de comunicación. Hacienda es un organismo muy frío que intenta legislar de manera unificada. Parece mentira, pero todavía en el siglo XXI tenemos que estar explicando, no solamente en el Ministerio de Hacienda, sino en los propios medios de comunicación, qué es Canarias y por qué tenemos unas diferencias fiscales y económicas.

¿Va a peor últimamente?

Y no es solamente la RIC, son los descuentos en los billetes, es la pesca, es todo lo que se refiere a las inversiones. Esos problemas se resuelven desde la política con una buena gestión, una magnífica gestión. Y será por intereses políticos o por falta de capacidad que no lo hacen. Yo creo que es más lo segundo. Hay que argumentar, hay que defender nuestros intereses, tienen que unirse gobierno, patronales, sindicatos, ministro de Economía y Hacienda, representante de España en Bruselas... Hay que crear una operativa unificada y consensuada, con argumentos, para poder defender ante Bruselas el REF que estará vigente a partir de 2014, del que, insisto, todavía nadie sabe dónde está ni se habla de él.

¿Estamos a tiempo?

Tenemos un problema de fechas que ya va siendo grave.

Me refiero a si estamos a tiempo de obtener un buen REF.

Vamos tarde pero hay muchas posibilidades de sacar un buen REF. Hay un montón de directivas europeas instaladas en otras regiones ultraperiféricas (RUP) y de ultramar que aquí no lo están. Por ejemplo, bonificaciones a las cotizaciones de las empresas canarias a la Seguridad Social, que son costes tremendos. Ya que no hay beneficios y no va a haberlos durante una serie de años, por qué no vamos directamente a una bonificación escalonada del Impuestos de Sociedades y del Impuesto sobre la Renta. Por qué no empezamos a pensar en un IVA diferenciado como tienen otras RUP. Un IVA con tipos a la mitad de los que rigen en la Península. Así aclararíamos mucho la doble aduana. En Canarias, al tener una fiscalidad propia, los trámites aduaneros se complican sobremanera. Y, por supuesto, que ese IVA diferenciado fuera autonómico, es decir, que lo recaudara y gestionara la Hacienda canaria.

¿Se puede encajar el papel futuro de las Islas en África en ese REF?

Claro. ¿Por qué no dejar que sean empresas canarias las que desarrollen los proyectos con cargo a los fondos europeos o españoles de cooperación con África?

¿Ve a Europa dispuesta a obviar la libre competencia?

Es que la libre competencia lo que significa al final es que se lo lleven los franceses y los belgas. Eso es influir. Pongámonos a influir nosotros también en los lobbys europeos y en Madrid. Pero el que tiene que llevar la voz cantante en ese tema es el Gobierno de Canarias.

¿Es posible que las Islas se contagien de la situación catalana?

No, son dos situaciones políticas totalmente distintas. El nacionalismo canario es diferente.

¿Cómo es?

Concentrado en Coalición Canaria-ATI, que lleva demasiado tiempo gobernando con distintos partidos y eso ha significado un daño para la democracia aquí, porque se ha convertido en partitocracia. Y, además, hay una concentración excesiva de poder en la isla de Tenerife. Solo hay que mirar el Boletín Oficial de Canarias (BOC). Controlan desde hace muchos años las adjudicaciones de los concursos y con una simple lectura del BOC de los últimos siete o diez años se ve que más del 80% de las adjudicaciones son para empresas de Tenerife. Le diré más. Después de salir Paulino Rivero en su blog diciendo que el dinero de Canarias debe ser para los canarios hace dos fines de semana, a los cuatro o cinco días dan un concurso de Promotur de siete millones de euros, que sé que está impugnando, a una empresa de Barcelona. Y Turismo es una consejería que es competencia del propio presidente. O sea que todo eso del dinero de los canarios para Canarias no es solo demagogia, es una mentira y se demuestra en el BOC.

Se aprueba una reforma laboral como los empresarios demandaban y el paro sigue creciendo.

La reforma laboral llegó tarde y eso ha significado el cierre de muchísimas empresas. Cuando llegó, en términos generales ha sido positiva porque incrementa la viabilidad de las empresas y se mantienen los puestos de trabajo.

Insisto, el paro sigue creciendo.

Porque la economía se está destruyendo, el consumo está parado y no hay financiación.

¿Saldremos de esta?

Yo quiero salirme del guión. El mundo no se acaba. Hay que dar esperanza a la gente y mensajes positivos. Hasta los abuelitos se han aprendido qué es la prima de riesgo, cosa inaudita. Pues mire usted, hay empleo todavía, gente que viaja y la economía se sigue moviendo.