La multinacional minera canadiense Kinross da por buena su elección de Gran Canaria como centro logístico para sus negocios en África. Más de ochenta familias de los trabajadores cualificados de la compañía residen en la Isla desde hace más de un año y la experiencia está resultando altamente positiva, según Patrick Hickey, responsable de la empresa en los proyectos que desarrolla en el continente vecino.

Hickey desveló que la empresa barajó alguna ciudad de Marruecos, Londres y Tenerife, antes de decidirse por Las Palmas de Gran Canaria. La capital triunfó porque a los canadienses y estadounidenses les gusta ver el mar, el clima es ideal, la oferta educativa de calidad y hay un alto grado de seguridad, tanto jurídica como física, según relató el alto ejecutivo.

Tras esa descripción, el responsable de Kinross para las explotaciones mineras de oro que la compañía mantiene en Mauritania y Ghana aseveró que las Islas cumplen todos los parámetros para "convertirse en el Singapur" de la zona.

Hickey participó ayer en un encuentro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD-Canarias) que preside el empresario Juan Miguel Sanjuán (Satocan). Precisamente el ejecutivo norteamericano se ha incorporado a la directiva de la APD en calidad de consejero.

La asociación de altos directivos trataba de conocer la imagen que tiene de las Islas la primera gran empresa del continente americano que ha convertido a Canarias, en concreto Gran Canaria, en esa plataforma logística tricontinental a la que periódicamente se alude desde el mundo político y económico.

Esa utilización del suelo canario como centro de reparación del material utilizado en la producción desarrollada en suelo africano y como lugar en el que transcurre la vida de las familias de los trabajadores se apunta como una de las salidas que le quedan a la economía canaria para comenzar a recuperar el pulso.

Fuentes consultadas estimaron que la presencia de Kinross tendrá un efecto multiplicador. Por un lado, atraerá a otras compañías americananas o europeas que decidan invertir en África y, por otro, recurrirán a proveedores locales para no tener que enviar el material dañado a sus países de origen.

Kinross fleta aviones low profile, sin marca, con los que realiza los traslados de sus trabajadores desde las explotaciones mineras del oeste africano hasta la capital grancanaria y vuelta, prácticamente cada fin de semana. Los costes son menores que si sometieran a sus empleados a largos periodos en el trabajo y tener que trasladarlos después hasta el continente americano.

Hickey reconoció que en su desembarco en Gran Canaria la compañía se ha beneficiado de la caída de precios de la vivienda que ha provocado la crisis y alabó la ayuda que le han prestado las administraciones para poder instalarse en suelo canario. Solo un pequeño pero a las complicaciones para obtener los permisos de trabajo.

Como anécdota, el responsable de la multinacional minera para el negocio en África mostró una fotografía en la que posaban junto a la explotación de Mauritania el presidente canario, Paulino Rivero; la delegada del Gobierno central en las Islas, María del Carmen Hernández Bento, y el alccalde capitalino, Juan José Cardona.