La cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) alcanzó ayer un acuerdo sobre los presupuestos comunitarios para el período 2014-2020. Tras 25 horas de tensa negociación se impusieron las tesis de austeridad que defienden Reino Unido y Alemania, junto a otros países del norte que están bajo la influencia de Berlín. Las cuentas de la UE para el citado período incluyen un techo de gasto de 960.000 millones de euros, tras un tajo de 38.000 millones. Por primera vez en la historia de la UE, habrá menos dinero para repartir entre más países (28, incluida Croacia, aspirante a la integración). Los fondos de cohesión y las ayudas agrícolas sufren los recortes más severos, aunque España los consigue evitar y retiene su condición de receptor neto de dinero europeo. En ese contexto, Canarias ha logrado salvar los muebles y mejora su posición respecto del inicio de las negociaciones teniendo en cuenta que la prima por desempleado aumenta, se mantienen los fondos para las Regiones Ultraperiféricas (RUP) y, especialmente, porque habrá nuevas partidas para empleo juvenil.

Así, aunque la asignación destinada a España para las regiones en transición, entre las que se encuentra Canarias, se reduce desde 1.550 millones a 624 millones de euros, ese recorte se compensa con el aumento significativo de la prima por desempleado, que pasa de los 500 euros contemplados en la última propuesta del pasado mes de noviembre a los 1.100 euros actuales; los fondos RUP mantienen el ratio de 30 euros por habitante y año; se mantienen las tasas de cofinanciación de los proyectos al 85% en el marco general y al 50% en el Fondo RUP y, por último, los 3.000 millones de euros se que se incluirán en el nuevo Fondo de Empleo Juvenil beneficiará de forma importante al Archipiélago al tener una tasa de paro entre los menores de 26 años superior al 25%.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, valoró ayer lo acontecido en Bruselas como un acuerdo muy favorable para los intereses españoles. Teniendo en cuenta los severos recortes severos, el país los sortea, según la opinión más extendida entre los analistas.

España consigue compensar los ajustes en el fondo de cohesión, destinado al desarrollo de las regiones menos ricas, con una participación notable en un nuevo paquete de ayudas destinado a combatir el desempleo juvenil. Algunos de los principales rasgos acerca de cómo queda la posición española se comentan en los siguientes puntos:

Z Fondo de cohesión

España pierde mil millones de euros del cheque específico del fondo de cohesión que en la cumbre del pasado noviembre había negociado para las regiones más pobres: Extremadura, la única que mantiene la condición de Objetivo 1 de las ayudas comunitarias, y Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Galicia y Canarias, que no han alcanzado aún el 90% de la riqueza media de la UE, pero que reciben un tratamiento singular como territorios en transición. El dinero para el conjunto de esas regiones baja de 2.800 a 1.824 millones de euros.

Z Plan empleo

España sale favorecida por el reparto del fondo para combatir el desempleo juvenil, una bolsa de nueva creación formada por 6.000 millones para el conjunto del período, si bien no todo es dinero nuevo. Tres mil millones proceden de lo que se resta de otras partidas. A las regiones españolas, en la mayoría de los casos con tasas de paro juvenil superiores al 50%, le corresponderán 924 millones de euros. Los criterios de reparto están por precisar, si bien se baraja que el dinero llegará para actividades de formación y estímulos a la contratación.

Z Fondo agrícola

Según la explicaciones de Rajoy, España no perderá dinero de las ayudas agrícolas, a pesar de que el fondo total de la Política Agraria Común (PAC) se reduce el 13%. El sector español tendrá para el período 2014-2020 una dotación de 35.000 millones en ayudas directas a la actividad agrícola y ganadera e incrementa en un 3% el dinero para desarrollo rural, que llegará a los 8.300 millones.

El balance global para España supone mantener su condición de receptor neto de ayudas. Esto es, el país seguirá recibiendo de la UE más dinero del que aporta. El presidente del Gobierno cifró ese superávit en torno a 1.500 millones de euros (el 0,15% del PIB). La cuenta sale así por el montante de ayudas, pero también porque desciende la contribución nacional al presupuesto europeo al bajar en general su cuantía.

Es la primera vez en la historia del club europeo en que las cuentas de un período son inferiores a las precedentes. Vencieron así las posiciones defendidas por el primer ministro británico, el conservador David Cameron, y por la canciller alemana y democristiana Ángela Merkel. Ambos se impusieron sobre el presidente francés, el socialista François Hollande, que hizo frente común con el español Rajoy y el italiano Monti en un intento de doblegar las exigencias de austeridad que inspiraron Cameron y Merkel.

La defensa de Hollande de un presupuesto comunitario expansivo que impulse el crecimiento y alivie los impactos de los recor- tes en los países del sur quedó derrotada.

En ese escenario de división, las crónicas sobre lo ocurrido durante toda una noche de discusiones indican que cada país se dedicó a tratar de blindar sus intereses. La amenaza de veto por parte de Reino Unido o de algún otro estado sobrevoló las conversaciones.

Al final, Merkel, de nuevo ganadora en la arena de Bruselas, declaró que el acuerdo sobre el presupuesto resulta "solidario y justo, y combina el impulso del crecimiento y la consolidación fiscal". Hollande reconoció que el pacto "no es todo lo que habríamos deseado", aunque "es lo máximo que se podía conseguir en las actuales circunstancias".

El presidente de la delegación de los socialistas españoles en el Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar, anunció ayer que "no vamos apoyar un mal acuerdo" en torno al Presupuesto de la Unión para el periodo comprendido entre 2014 y 2020. El eurodiputado aludió al "falaz argumento que nos quiere imponer la Europa más rácana, que nos dice que hay que recortar porque estamos en crisis", y subrayó que el Presupuesto "debe ser un elemento inversor, que aporte valor añadido". Así, reclamó que las cuentas se nutran de nuevos recursos propios y se incluyan "impuestos como la tasa de transacciones financieras que venimos reclamando desde hace tiempo". Además, exigió "una mayor flexibilidad, para que se puedan aprovechar los remanentes". En cuanto al incremento de los fondos previstos para las regiones ultraperiféricas, que pasan de 976 a 1.378 millones de euros, indicó que "Canarias no sale especialmente perjudicada", pero advirtió de que también ahora se amplía el número de beneficiarios, "con lo que seremos más a repartir". Los departamentos de ultramar franceses San Martín y San Bartolomé, y las zonas menos pobladas del Norte de Suecia y Finlandia se incorporan a las denominadas RUP. A. O.