El Gobierno central ha sacado a Endesa de la estación de bombeo de Chira-Soria. ¿Les preocupa?

No solo los bombeos, también la regasificación, que son dos temas claves para Canarias. En las Islas tenemos un monopolio de Endesa brutal. El Ministerio de Industria, Energía y Turismo por fin se ha dado cuenta de que no es posible dar más a quien ya tiene un monopolio. Además, un proyecto como Chira-Soria, que es de primera necesidad para dar salida a la generación eólica, estaba en manos de un operador no independiente, porque es el mayor beneficiario de la no instalación de los parques eólicos. Endesa está cobrando cada día 200 euros por megavatio/hora y los molinos estamos pidiendo 90 euros, menos de la mitad. Fue un error adjudicarles ese proyecto. Cada año de retraso, nos cuesta a todos los contribuyentes 150 millones de euros y quien se está frotando las manos es esa empresa eléctrica.

¿Entienden entonces que Endesa lo estaba retrasando de forma intencionada?

No podemos afirmar eso rotundamente. Lo que sí sabemos es que el proyecto original del Cabildo incorporaba un gran parque eólico asociado a la planta desaladora de la estación de bombeo Chira-Soria. Los 192 megavatios adjudicados en el concurso son los que tenían que ir destinados al bombeo., pero nunca nadie se ha pronunciado al respecto, no han entrado en el detalle. El proyecto de ley enviado a las Cortes impide a Endesa introducir ese parque por la puerta de atrás, sin haber participado en un concurso como hemos hecho los demás.

¿Será buena entonces la nueva norma?

Lo que dice el proyecto de ley es que ningún operador de los sistemas eléctricos extrapeninsulares que atesore más del 40% del mercado puede pedir nueva generación. Todos los grupos diésel, antiguos, que no tienen prestaciones reales para el sistema eléctrico, hay que darlos de baja. Endesa está cobrando por ellos y no están funcionando. En Canarias tenemos muchos de esos. Toda esa potencia que Endesa va a desinstalar, que solo en Gran Canaria son 30 megavatios, es potencia que no puede volver a instalar nuevamente. Lo tendrán que hacer nuevos operadores que vengan y esa la única manera de que en las Islas pueda romperse el monopolio.

No me dice usted si es buena, pero deduzco que al menos así se lo parece.

Ni buena ni mala en sí misma, hay que esperar a que se desarrolle, pero sienta las bases para el futuro. Si la situación de monopolio de Endesa se va limitando, eso puede redundar en beneficio de todos, pero veamos primero la aplicabilidad del proyecto, porque en la práctica, hoy en día, hay un único operador que abastece a todo el sistema canario. Es decir, Endesa tiene mucho poder. Habrá que ver las consecuencias que tiene.

¿Creen que el proyecto corre el riesgo de no realizarse?

Estamos seguros de que se hará. No porque lo digamos nosotros, sino porque todas las administraciones, gobiernos central y canario, cabildo y ayuntamientos están convencidos de que debe hacerse por su absoluta necesidad para favorecer la penetración de las energías renovables, que, insisto, son mucho más baratas que la convencional. La única diferencia es que el ministerio no quiere que lo monte una empresa italiana que tiene el monopolio de la generación en Canarias.

Imaginemos que no viene nadie a ocupar, por ejemplo, esos 30 megavatios que habrá de desinstalar Endesa en Gran Canaria. ¿Qué hacemos entonces?

Es que no hacen falta realmente. En la Isla hay instalados 1.250 megavatios de generación más o menos y eso da para que todos tengamos luz. Ahora se han adjudicado 192 megavatios de eólica que hay que instalar y la energía de los molinos tiene preferencia a la hora de entrar en el sistema. Es lógico que entre primero la energía más barata. Eso quiere decir que Endesa tendrá que producir menos, no se va a marchar, solo que ahora no dispone ya de un cheque en blanco.

Dice el Gobierno de Canarias que antes de verano no habrá obstáculos para instalar los parques. ¿Confían en que sea así?

El Gobierno de Canarias tiene competencias para desbloquear las autorizaciones administrativas, pero en cuanto a la tarifa y la aprobación de la planificación de las infraestructuras necesarias solo puede impulsarlas mediante la colaboración con el Gobierno de España.

Al menos hacia fuera la imagen que están dando ambas administraciones en este asunto es de colaboración total.

Las renovables y la necesidad de instalar los parques eólicos es el primer asunto en que se han puesto de acuerdo y hay una sintonía meridianamente clara.

¿Creen que esas buenas relaciones cristalizarán en la agilización de la instalación de los parques eólicos?

Tenemos mucha confianza en que así sea, porque la implantación de los parques eólicos solo trae beneficios para Canarias. El principio de responsabilidad política debe funcionar. Hay una necesidad de reducir el extracoste que supone la generación de electricidad en Canarias, el Ministerio de Industria así lo entiende y sobre esas bases se han producido las reuniones entre la consejera Francisca Luengo y el subsecretario Enrique Hernández Bento. Los dos están volcados en este tema. Nosotros nos hemos reunido con ambos por separado y podemos decir que por fin hay un entendimiento absoluto entre Madrid y Canarias. Están remando en la misma dirección y volcados en sacar esto adelante. Nuestra satisfacción es absoluta y tenemos todas nuestras esperanzas puestas en que se traduzca en hechos.

¿Pero está hecho, como parece deducirse de esas reuniones?

La consejera es muy positiva y agradecemos profundamente su dedicación, esfuerzo y capacidad para gestionar este asunto. Dicho esto, hay que recordar que el ministerio es competente para aprobar las tarifas a las que venderemos nuestra producción. No es una salvedad, se trata solo de situar todo en su justa medida, pero lo cierto es que tienen claro que su entendimiento redunda en beneficio de todos los canarios.

¿De qué manera?

Perdemos dinero todos cada día que pasa, no solo nosotros como empresarios, sino todos los ciudadanos. De cada 200 euros por megavatio/hora que se pagan a Endesa, un 70% son costes variables, fuel. ¿A quién compra España petróleo? A Irán y Venezuela, principalmente. Es decir, estamos financiando a esos dos países productores de petróleo y los beneficios que restan van a Roma, porque Endesa está en manos de la italiana Enel. Por el contrario, los dueños de los parques eólicos pagamos nuestros impuestos aquí y la gran mayoría somos canarios, con lo que los beneficios se quedan aquí y se reinvierten aquí.

Aparte de la limpieza en la generación, defienden que la energía que ustedes producen tiene más beneficios medioambientales. ¿Cuáles?

Lo que decimos es que el fuel que se utiliza para la generación llega en petroleros que están pasando diariamente por delante de Maspalomas. En la medida en que crezca la producción de renovables, ese tráfico se recorta. Eso aparte de los riesgos de depender de un tercero que controla el precio del petróleo. ¿Cuánto costará el crudo dentro de quince años? No se sabe. El viento continuará siendo gratis.

Volviendo a la eliminación de las trabas para los parques eólicos. ¿Será capaz el departamento regional de Medio Ambiente de desatascar todos los proyectos antes de verano?

Tenemos el compromiso de la Consejería de Industria y de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias de que antes de verano la gran mayoría de los parques van a obtener la declaración de impacto ambiental o se va a elevar a la Comisión de Ordenación Territorial y Medio Ambiente (Cotmac) la solicitud de declaración de impacto ambiental. De hecho, este órgano se está reuniendo y la semana pasada se aprobaron cinco. Vemos que se está acelerando y esperamos que el Gobierno de Canarias cumpla con el compromiso que adquirió.

¿Qué inversión total supone el concurso eólico de 2007?

La construcción de los parques para los 440 megavatios, más las instalaciones y las infraestructuras necesarias de Red Eléctrica para el vertido de la energía de los molinos a la red son unos 700 millones de euros. A eso hay que sumar Chira-Soria, que calculamos que al final estará rondando los 400 millones.

¿Por qué no ha habido antes presencia canaria en el sector de la energía siendo sistemas aislados de pequeño tamaño?

Este concurso eólico ha sido la primera oportunidad de que empresarios locales podamos entrar en el sector de la energía. No hay otra manera. A partir de ahora, con la nueva ley, sí la habrá.

El primer paso es colocar los molinos y hay una incompatibilidad con los radares del aeropuerto de Gran Canaria. ¿Se desbloqueará esta situación?

Cuando la ministra de Fomento, Ana Pastor, estuvo hace un mes en las Islas con el presidente Paulino Rivero, se trató el asunto. Sabemos que ha habido buena receptividad por parte del ministerio y nos han pedido un plazo. Estamos esperando que nos digan cuándo y cómo van a cambiar de ubicación las balizas. Ya sabemos que técnicamente es posible y que la intervención es económica y rápida; en cuatro meses podría estar solucionado.

¿Y no es posible que mientras llega el traslado de las balizas ustedes puedan ir avanzando?

Eso es lo que queremos. El problema de AENA es la lentitud. Estamos en 2013 y pasarán dos años hasta que lo solucione. Dentro de dos años nos mandará la carta y dirá que está resuelto. Entonces empezaremos con el parque y eso nos lleva a nosotros otros dos años. Dos de AENA y los dos nuestros significan 400 millones de euros.

¿Se puede hacer algo para que no sea así?

Claro, si AENA sabe que existe la solución y lo que puede tardar en aplicarla, para ahorrar todo ese dinero a los contribuyentes y que nosotros podamos trabajar en paralelo queremos que nos autorice a poner los molinos, pero dentro de quince meses. Si tenemos su certificado y ellos se guardan ese tiempo para solventar los problemas, podemos trabajar en paralelo y ahorramos dos años.

¿Por qué si la inversión de ustedes en su conjunto es tan importante no están en el comité creado por el presidente Rivero para agilizar la puesta en marcha de proyectos atascados?

No lo sabemos y consideramos que deberíamos tener presencia. Entendemos que hay dos sectores fundamentales que están llamados a dinamizar y a revertir la situación de crisis actual que tiene Canarias. Uno es el sector turístico, nuestro pilar histórico, el otro son las renovables y hay que impulsarlas. Partiendo de esa premisa, entendemos que deberíamos haber estado sentados en esa mesa. Contamos con el apoyo del Gobierno de Canarias para impulsar los proyectos, pero los promotores creemos que estamos legitimados para estar ocupando una plaza en ese foro de reactivación de la economía.

¿Alguien del Ejecutivo les ha aclarado por qué no les han hecho sitio?

No. Notamos el apoyo para la tramitación de los expedientes, pero entendemos que habría sido muy positivo estar representados, fundamentalmente porque no hay ahora mismo ningún sector ni proyecto que implique la cantidad de inversión y la generación de puestos de trabajo como este. No hay un proyecto comparable ahora mismo en Canarias.

¿Puede detallar cuántos puestos de trabajo?

La cantidad de empleos viene derivada de los trabajos de ingeniería, de la obra civil, cimentaciones y transporte de aerogeneradores, de las empresas de media tensión que se encargan de los kilómetros de cableado, y las que se encargan del mantenimiento de los parques, que es empleo estable y cualificado.

¿Su tributación es la de cualquier empresa?

No. A los impuestos habituales en nuestro caso se suma que cedemos el 9% de los ingresos a entidades públicas locales para que los destinen a fines sociales y medioambientales. Ese 9% de los 440 megavatios supone entre doce y quince millones de euros anuales a disposición de los ayuntamientos y cabildos para reciclaje, concienciación medioambiental y cuantas otras cuestiones quieran en estos ámbitos.

¿Pagan impuestos a pesar de no poder producir hasta ahora?

Sí, es de locos. Tenemos que ir al banco a pedir préstamos para pagar los impuestos y las tasas municipales antes de empezar las obras y saber si esto va a ser rentable. No tenemos problema en pagar impuestos, pero, por favor, déjeme primero ganar dinero. Si se quieren fomentar las inversiones, este no me parece el camino, desde luego. Es otra de las razones por las que teníamos que haber estado en esa mesa. Los ayuntamientos nos cobran cinco impuestos, el Gobierno de Canarias tiene facultades para crear nuevos tributos y la Administración central, igual. Somos máquinas de pagar impuestos. El último, el 7% de la facturación con que nos ha gravado el ministerio, eso supone el 20% de los beneficios.

¿Se le ocurre alguna manera de evitar este problema?

Debería existir una ley en este país que deje en manos de una sola administración la creación de impuestos.

¿No sabían que tenían que aportar el 9% cuando decidieron presentarse al concurso?

Es que el concurso era mejorable. El Gobierno canario ha aprendido mucho, como nosotros, y seguro que ahora mismo no lo haría igual. Nos teníamos que presentar sí o sí y las bases eran las que eran. Luego hemos ido intentando arreglar lo. Lo que sí podemos decir del concurso es que fue absolutamente limpio y transparente.

¿De verdad Canarias puede convertirse en referente para las renovables?

Tiene que serlo. Somos un destino turístico y estamos obligados a cuidar nuestro medio ambiente.