Primero subsistir y después el papeleo o primero comer y después pagar impuestos. El deterioro de la economía canaria en cinco largos años de crisis es el caldo de cultivo que explica por qué las Islas son, con un 28,7% de su producto interior bruto (PIB), la segunda comunidad autónoma española en economía sumergida, según los datos del informe elaborado en 2009 por el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). Este colectivo prepara un nuevo trabajo que verá la luz el próximo mes de julio y sobre el que la previsión es que las cifras hayan aumentado considerablemente.

Los números de Canarias se sitúan por encima de la media nacional, que alcanzó el 23,3% del PIB nacional y multiplicando por más de dos la del conjunto de Europa. Cumplir con el fisco es una cuestión aplazable en una comunidad autónoma que soporta una tasa de paro del 32,96%. "Antes se dejan de pagar impuestos que a un banco o a un proveedro", asegura el secretario general de Gestha, José María Mollinedo.

La agenda de pagos de un español en crisis puede entenderse como lógica y aplicable a cualquier otro ciudadano europeo. Sin embargo, Mollinedo afirma que el fenómeno tiene mayor intensidad en nuestro país que en otros cuyas circunstancias no mejoran en mucho las nuestras. "La caída de la recaudación en el impuesto de sociedades y el IVA no tiene parangón en ningún otro país europeo", explica el secretario general de Gestha.

¿Y por qué esa menor recaudación de esos dos tributos en España? Porque quien, por ejemplo, acude a un domicilio particular a arreglar un grifo prefiere no extender factura y, por tanto, embolsarse en negro la totalidad del dinero. No le va a costar mucho convencer a un cliente que, por lo general, estará encantado de ahorrarse el IGIC.

En la mitad de Europa

El Informe sobre distribución de la renta en España: desigualdad, cambios estructurales y ciclos, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES) de España coloca al país en el puesto decimocuarto de la UE de los 27 en economía sumergida con el 19,2% del PIB moviéndose en las alcantarillas de la economía. En cuanto al fraude fiscal, es el decimoseptimo, con un 6% del PIB ocultado a la Hacienda pública y con mejores números que Suecia y Dinamarca.

"Más que de sumergida, yo hablaría de economía irregular", afirma el presidente del CES canario, Fernando Redondo, quien sitúa al exceso de trámites burocráticos que hay que afrontar para regularizar completamente cualquier relación económica como una de las causas del movimiento de dinero en b.

Siguiendo con el informe del CES, coloca al Archipiélago como uno de los territorios del Estado donde mayor peso tenía la construcción, junto a Murcia, Baleares, Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Es por tanto una de las regiones que más sufre "los ajustes sobre el empleo y la actividad económica".

Estas relaciones comerciales irregulares cumplen también la labor de enfriar el ánimo del cada vez mayor volumen de desheredados que ni tienen empleo ni perciben ningún tipo de ayuda para matizar su precaria situación.

Claro que el mercado que captan para sus chapuzas y trabajillos diversos se lo restan a otros que religiosamente cumplen con el calendario de liquidación de impuestos. "No hay derecho a soportar una competencia en estos términos" afirma el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Sebastián Grisaleña. Aparte de "las empresas que intentan abrir todos los días y son legales", apunta al conjunto de la sociedad como damnificada por el menor volumen de impuestos que se recauda.

Aparte de los trabajos caseros ocasionales, Grisaleña apunta a esos apartamentos que no están dados de alta pero se siguen alquilando y a los talleres de reparación como los nichos de negocio sobre los que la inspección debería estrechar el cerco.