Las cifras reflejan un secreto a voces: la agricultura en Canarias atraviesa uno de los peores momentos de su historia. La superficie cultivada ha ido cayendo en picado en las Islas hasta las 40.449 hectáreas, un 21,6% menos que en 2008. El mayor impacto se produce en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, que con 27.539 hectáreas registra un descenso del 25,6%, mientras que en Las Palmas cuenta con 12.910 hectáreas, un 11,3% de retroceso desde el inicio de la crisis. Las ayudas no han servido para reflotar un sector que languidece.

El descenso de fincas para la agricultura es continuado desde hace 20 años. Aunque alcanzó su tope en 2005 con 52.300 hectáreas, desde entonces no ha cesado de bajar. El peso de la Agricultura, Ganadería y Pesca en el Archipiélago representa apenas el 1,1% del PIB regional y el 1,6% del Valor Añadido Bruto agrario y pesquero total de España. Es, tras Baleares, la comunidad autónoma en que la importancia del sector servicios es mayor (71,4%). Los tres subsectores que destacan en la agricultura isleña son el de frutas, hortalizas y leche, pues suman más del 76,4%.

Las explotaciones tienen una superficie agrícola utilizada de 4,2 hectáreas, muy inferior a la media nacional, y con una unidad de dimensión europea por explotación (33,4) del doble de la media nacional, lo que denota su alta rentabilidad económica, según se desprende del último estudio sobre las Islas del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de julio de 2012. Entre todos los cultivos destaca el de la platanera (99% del total nacional), seguido por el de las flores (18,7%), el tomate (2,8%) y la papa (5%).

A la caída de los terrenos se suma la pérdida global de producción en las Islas hasta totalizar 848.959 toneladas en 2011, un 8% menos respecto a 2007 y un 5,6% en relación a la campaña de 2008.

En cambio, el valor de la producción creció en un 13,3% de 2010 a 2011 hasta los 516,2 millones de euros. Las organizaciones agrarias lo achacan a las inversiones para modernizar las instalaciones. No obstante, ésta cifra es un 8,7% inferior a la de 2007 (565,2 millones). En términos de productividad por hectáreas ha subido apenas un 1,77% entre 2010 y 2011.

En cuanto a las ayudas agrarias, el programa de opciones específicas por la lejanía y la insularidad (Posei) de la UE aporta a esta región 268,4 millones de euros anuales desde el año 2008. Antes, en 2007, la dotación financiera presupuestaria ascendía a 127,3 millones. La ficha de los 268,4 millones incluye 68,6 millones para el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) -que enfrentó recientemente a agricultores, importadores e industriales- y el programa de apoyo a la producción local, que supone 200 millones, de los que 141,1 se destinan a ayudar a los productores de plátanos, el cultivo que más empleo genera.

Éste es el subsector más mimado por los fondos europeos y, por ende, no ha visto perjudicada su producción en los últimos años, que ha permanecido estable. Su pico lo alcanzó en 1980 con 488.310 toneladas, 91.802 más que en 2010 (396.508), según datos que maneja el Gobierno canario. De cualquier manera, desde 1960 la producción se mantiene por encima de las 300.000 toneladas.

Asimismo, las plantaciones tomateras destacan por su importancia social y en puestos de trabajo, al ocupar a más de 15.000 personas en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, aparte de los empleos en la industria, como en la fábrica de cartonaje, insecticidas, mallas, plástico... El handicap del tomate canario es que tiene como competidores el de Almería y, sobre todo, de Marruecos, que produce en la misma época que las Islas y acude a los mismos mercados. La campaña canaria de 1995/1996 alcanzó volúmenes históricos con 356.220 toneladas exportadas, pero en los últimos diez años se ha agravado su evolución. Canarias ha pasado de exportar 239.059 toneladas en la temporada 2001/2002 a las 94.948 en 2011, el último dato disponible.