Tener estudios superiores ya no es sinónimo de ocupar un buen puesto de trabajo. Tres de cada diez canarios (28,9%) tienen una formación superior a la que precisa su empleo. El Archipiélago es la séptima comunidad con mayor sobrecualificación, superando en más de dos puntos a la media nacional (26,3%), según un informe de la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal (Asempleo), en colaboración con Analistas Financieros Internacionales (AFI) y Consultores de las Administraciones Públicas (CAP).

Así pues, la formación tampoco está sirviendo de paraguas protector bajo la tormenta de la crisis, desde que comenzara la recesión en 2007 los desajustes en la cualificación de los isleños han aumentado en más de seis puntos porcentuales. En este sentido, los canarios que desempeñan funciones por encima de sus capacidades cada vez son menos.

La infracualificación -aquellas personas que tienen una formación más baja que la que requiere su puesto de trabajo- supone, en datos del año pasado, el 14,2% del total de los ocupados en las Islas, algo más de medio punto por debajo de la media nacional (14,8%). Al contrario de lo que ocurre con la sobrecualificación, la infracualificación ha caído del 22,7% del primer trimestre de 2007 al 14,2% de este año.

Con más o menos formación o estudios, lo que pone de manifiesto el informe es que casi la mitad de los canarios (43,1%) tienen una instrucción que no se corresponde con la que requiere su puesto de trabajo. Los mayores desajustes de cualificación se dan en las ocupaciones de directores y gerentes que, necesitando una alta cualificación, cuentan con un 56,2% de ocupados con formación básica o media. En cuanto a los trabajadores del sector agrario, de formación media, tienen al 70,6% de sus empleados con cualificación básica.

El sector de artesanos y trabajadores cualificados de la industria manufacturera y construcción, con una cualificación media, cuentan con un 58,8% de trabajadores con estudios básicos. En el lado contrario, los menores desajustes se producen en Canarias en los puestos de técnicos y profesionales científicos e intelectuales, con tan solo el 10,2% de infracualificación, y en ocupaciones elementales, donde la sobrecualificación alcanza el 31,5% del total de ocupados.

Pero Canarias no es la única región con un problema de desajuste de cualificación. Desde el arranque de la crisis, el porcentaje de ocupados con sobrecualificación ha aumentado en todas las regiones -la media española pasó del 22,5% en el primer trimestre de 2007 al 26,3% seis años después- lo que, según Asempleo, pone de manifiesto un desplazamiento de personal menos cualificado por el más cualificado.

Esto guarda relación con tres factores: la menor resistencia a la crisis de las actividades y sectores con menor valor añadido y con menor exigencia de cualificación; la tendencia de las empresas a concentrar las reducciones de empleo de los últimos años en el personal eventual temporal o de reciente afiliación para minorar costes de despido y aprovechar la marcada dualidad del mercado laboral nacional; y además, la mayor facilidad de encontrar empleo cuanto mayor sea el nivel formativo y la capacitación y destrezas del trabajador, aunque sea al coste de asumir funciones inferiores a su nivel de cualificación.