El consejo de administración de Gorona del Viento, SA dio ayer por finalizadas las obras de la central hidroeólica que convertirá a El Hierro en la primera isla del mundo que se abastecerá íntegramente con energías limpias. La ausencia de tarifa para el megavatio por hora (Mw/h.) y las dudas sobre la titularidad cuando entre en vigor la nueva ley para los sistemas eléctricos insulares y extrapeninsulares son los dos obstáculos que impiden que operen el parque eólico y la estación de bombeo reversible asociada.

"Las obras del sistema de autoabastecimiento energético han terminado en su totalidad", afirmó el presidente de la empresa y del Cabildo herreño, Alpidio Armas, quien aseguró también que hará todo lo posible "para que la titularidad de la central hidroeólica" continúe en manos de Gorona del Viento El Hierro, S.A., "de la que los herreños son dueños en un 60%" a través del Cabildo".

Armas se refería de ese modo a la nueva norma, que en un principio obligaba a Endesa a vender su 20% -el otro 20% es propiedad del Instituto Tecnológico de Canarias- a Red Eléctrica de España (REE). Si bien durante la tramitación parlamentaria se suavizó el efecto contra Endesa, ayer el responsable de Generación de la compañía en Canarias, Ramón Rodríguez, explicó que es necesario valorar sus efectos "económicos", porque recoge "exigencias a los propietarios" de Gorona del Viento.

Ausencia de informe

La otra traba importante es la "falta de informe de la Comisión Nacional de la Energía sobre el sistema tarifario que se aplicará a la electricidad producida por la central", según informó la empresa a través de un comunicado. Evidentemente, hasta que no exista un precio la central no funcionará.

Mientras, y solo para la Península, el Gobierno central busca consultora para determinar el precio que pagará por el Mw/h. producido en el régimen especial -renovables-. Tras la reforma del sector energético, solo se sabe que la rentabilidad razonable está fijada en el 7,5% y mientras llega el nuevo precio las empresas siguen cobrando igual que antes, pero con la amenaza de tener que devolver parte de lo cobrado si la tarifa nueva es menor.