Vidrieras Canarias invierte once millones de euros en la puesta en marcha de un nuevo horno que aumentará su producción en un 18%. A partir de ahora la empresa cuenta con una capacidad de fabricación que le permite gestionar anualmente 49.576 toneladas de vidrio, 7.576 más que hasta hace unos meses, y elaborar alrededor de 160 millones de botellas al año.

Lizardo Martell y Domingo González, consejero delegado y vicepresidente de la compañía, respectivamente, fueron los encargados de encender ayer la nueva instalación. Transcurrirán siete días hasta que la temperatura del horno alcance los 1.500 grados centígrados necesarios en el proceso de fundido del vidrio.

"Cuando esté templado, las piezas comenzarán a dilatarse. Por eso, en los próximos días, estamos en constante vigilancia y realizando pruebas para que todo vaya bien", señaló Jesús Cayeiro, director gerente de Vidrieras Canarias.

Una vez pasen los siete días iniciales, el horno se llenará con calcín transparente -trozos del vidrio recuperado en los contenedores de reciclaje- y se harán los primeros rodajes de las máquinas, antes de empezar a fabricar botellas. "En unos 20 días todo el proceso estará en marcha", comenta Cayeiro.

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