El grupo de trabajo nucleado en torno al Ministerio de Fomento y creado para estudiar cómo compatibilizar las servidumbres aeronáuticas con la instalación de parques eólicos en Gran Canaria ha descartado cambiar de lugar las balizas utilizadas para el control del tráfico aéreo en el aeropuerto de Gando. El lunes la consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, acudirá a Madrid, donde expondrá alternativas para evitar el conflicto de intereses. Por su parte, el subsecretario de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, le comunicará la necesidad de comenzar a estudiar la reubicación de los aerogeneradores.

Los parques afectados son catorce de los quince proyectados, la inversión en peligro asciende a 117,7 millones de euros y a 570 los puestos de trabajo, datos todos expuestos por el Ejecutivo regional cuando entraron en vigor las nuevas servidumbres, que impiden la ubicación de los molinos en un radio de 30 kilómetros alrededor del radar primario del aeropuerto.

"Demoledor". Así calificó ayer Enrique Hernández Bento el informe final del grupo de trabajo. Según expuso el subsecretario, cambiar de sitio los elementos de seguimiento del tráfico aéreo serviría solo para "salvar uno de los parques", lo que acaba con el coste de oportunidad.

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