Los opositores a las explotaciones petrolíferas en aguas canarias se han unido para reclamar en bloque y al unísono la paralización de las perforaciones anunciadas para mayo del año próximo y lanzaron ayer una campaña de apoyo internacional con la que presionar al Gobierno central. Decenas de instituciones públicas canarias, entre ellas el Gobierno de Canarias y los cabildos de Lanzarote y Fuerteventura, partidos políticos de todo el Estado, entidades científicas y culturales, colectivos sociales, y las cinco grandes organizaciones estatales de defensa del medio ambiente firmaron ayer un manifiesto reclamando al Gobierno central que de marcha atrás en su decisión y anule las autorizaciones a Repsol, al tiempo que pusieron en marcha una página web (www.savecanarias.org) para recabar firmas en todo el mundo contra la instalación de una industria petrolífera frente a las costas canarias.

Según los organizadores, la plataforma ya ha conseguido en apenas unos días más de 30.000 adhesiones a la exigencia de paralización de la "amenaza" que constituye la actividad que Repsol pretende iniciar en la zona. Como punto de lanzamiento internacional de la campaña, el 'no al petroleo' en Canarias escenificó ayer en Madrid la formación de un núcleo homogéneo pese a la disparidad de entidades que integran la protesta. La actriz Pilar Bardem dio lectura a un manifiesto en el que, bajo el lema "Por un Archipiélago canario libre de petróleo", señala que "Repsol destruirá muchos más empleo en las Islas que los escasos que puede generar", y que "Canarias, no sólo no se beneficiará económicamente de la explotación, sino que afrontaría serias pérdidas en los ingresos turísticos".

El texto leído por Bardem, quien recordó que "yo tengo un hijo canario" (Javier Bardem nació en Las Palmas de Gran Canaria), denunciaba la "alianza" entre el Gobierno central y Repsol contra el criterio de las instituciones y la sociedad canaria, y resalta que "las perforaciones constituyen una seria amenaza para los valores naturales de las Islas, para su economía, para su capacidad de abastecimiento de agua potable, para su turismo y en consecuencia para sus ciudadanos".

El manifiesto concluye acusando al Gobierno de Mariano Rajoy de "vulnerar de forma sistemática los derechos de la sociedad canaria" por la ausencia de diálogo y transparencia en la toma de decisiones, y la "connivencia entre el poder político y el petrolero".

Los impulsores de la iniciativa, que evitaron en todo momento referirse directamente al ministro de Industria, José Manuel Soria, reclaman por todo ello al Ejecutivo central "la paralización urgente y definitiva del proyecto de explotación petrolífera", así como que "interceda urgentemente" ante el gobierno de Marruecos "para que éste suspenda todas las operaciones petrolíferas que por sus características de profundidad y localización constituyen un riesgo manifiesto para los intereses canarios". También piden que se exija al país vecino "el cumplimiento estricto de las normativas de impacto ambiental establecidas por la UE".

Por otro lado, se reclama el impulso de un modelo energético en Canarias "sustentado en fuentes sostenibles y tendentes a alcanzar la autosuficiencia total en el menor plazo posible" porque "la política energética promovida hasta la fecha está cercenando gravemente el desarrollo de las energías renovables y de todas sus capacidades en materia de empleo, sostenibilidad y de lucha contra el cambio climático".

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, cerró el acto asegurando que "en las Islas vamos a estar muy firmes desde el punto de vista jurídico, político y esperamos que social en contra de un atropello, de una decisión tomada de forma unilateral, sin escuchar a las instituciones canarias en una actitud sin precedentes", y denunciando lo que consideró un "trato colonial como el que no hace demasiado tiempo se daba a las colonias en África".