Generar beneficios empresariales y sociales respetando el medio ambiente. Esta es la filosofía que mueve la economía del bien común, un modelo ideado por el austriaco Christian Felber que pretende demostrar que otra forma de hacer negocio es posible y donde el lucro personal no es el objetivo final.

Arturo Boyra y Cristina Fernández conocen bien qué significa poner en práctica lo que para muchas empresas se queda en una mera declaración de buenas intenciones. Desde su compañía, Oceanográfica, llevan once años aplicando los principios que rigen la economía del bien común. Un hábito que les ha servido para encabezar el listado de las empresas europeas que mejor desarrollan este modelo empresarial.

"Intentamos que los beneficios que genera nuestro trabajo repercutan en otras empresas y en el conjunto de la sociedad canaria", señalan. Gestionar los suministros o las finanzas de la compañía de una forma ética es una de las prácticas que ejemplifican lo que ellos consideran "una filosofía de vida". "Procuramos que los suministros que utilizamos sean de kilómetro cero. Así, cuando tenemos que imprimir un libro lo hacemos con una empresa de las Islas. Eso implica que es más caro que irnos a la Península pero, de no hacerlo, nuestras empresas se vienen abajo", asegura Boyra.

Ambos son licenciados en Ciencias del Mar y han hecho de Oceanográfica un referente para la divulgación del patrimonio natural del Archipiélago a través de publicaciones escritas y audiovisuales y exposiciones. Sus buenas practicas empresariales han quedado acreditadas de manera oficial por la Federación Española de Economía del Bien Común después de que un grupo de auditores austriacos haya evaluado a la compañía con 17 indicadores diferentes.

"La suma total de esa matriz da un resultado de 1.000 puntos de los que nosotros obtuvimos 787", apunta Boyra. Esta es la puntuación más alta de toda Europa. De cerca le sigue otra empresa isleña, Limonium Canarias. "En la Unión Europea hay 1.400 compañías que trabajan con el modelo del bien común y150 de ellas ya han sido auditadas", explican.

En sus once años de existencia, Oceanográfica ha generado tres millones de euros de beneficio. "En lugar de repartirnos ese dinero entre los socios, lo que hemos hecho es destinarlo a emprender nuevos proyectos que pongan en valor el patrimonio de Canarias", señala Boyra. Esto les ha permitido participar en más de 25 libros y ser reconocidos como una de las 40 empresas de más éxito de la UE, así como una de las que mejor representa las buenas prácticas empresariales en gestión de la biodiversidad, junto a la Fundación Banco Santander o Iberdrola.

Pendiente queda que las administraciones públicas "apuesten por marcar la diferencia" entre las empresas convencionales y las del bien común, dando a estas últimas "más facilidades" fiscales.