Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha suavizado su postura en torno a la ubicación de parques eólicos en la zona afectada por las servidumbres del aeropuerto de Gran Canaria. En una reunión celebrada en Madrid el martes por la mañana, los técnicos de la propia AENA, AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) y la Dirección General de Aviación Civil comenzaron a poner sobre la mesa soluciones para que puedan materializarse los catorce proyectos afectados, que suponen una inversión de 117,7 millones de euros.

"Salí más contenta de lo que pensaba, ahora se ve una salida", resumió ayer la directora general de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, María Antonia Moreno. Lógico sentimiento si se tiene en cuenta que no han pasado tres meses desde que el Ministerio de Fomento emitió un informe calificado como "demoledor" por el propio subsecretario de Industria, Energía y Turismo, Enrique Hernández Bento, en el que descartaba que pudieran hacerse realidad los parques en la ubicación prevista.

Los reunidos el martes quedaron en mantener un segundo encuentro en el plazo de tres semanas para marcar una hoja de ruta que se seguirá para conseguir desbloquear la totalidad de los parques eólicos de Gran Canaria nacidos en el concurso del año 2008.

"Hay que madurar las ideas que se van aportando", explicó Moreno sobre la continuación de las reuniones. Lo que la directora general tiene claro es la imposibilidad de que las circuntancias actuales sean más restrictivas "que las de los años setenta, con todos los adelantos tecnológicos que se han producido desde entonces". Siempre, "respetando los parámetros de seguridad".

Según cálculos de la Consejería de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, están en juego 570 puestos de trabajo.