El Consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC), que lidera Sacyr y la italiana Impregilo, ha anunciado hoy que ha entregado a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) una nueva propuesta para llegar a un acuerdo de cofinanciación y ha confirmado que por el momento se han suspendido los trabajos.

En un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el consorcio -que no informa de los detalles de la propuesta- avanza que ésta recoge las "inquietudes" de la ACP al mismo tiempo que proporciona los fondos necesarios para terminar la obra del tercer juego de esclusas.

Por otra parte, el consorcio -en el que figura también la compañía belga Jan de Nul y la panameña CUSA- ha asegurado que la ACP no ha pagado una factura pendiente de 50 millones de dólares ni tampoco ha buscado otra manera para ayudar en la financiación de los costes del proyecto necesarios para pagar a los subcontratistas y a los trabajadores.

Este importe, ha añadido, no se ha abonado a pesar de que "todos los impedimentos existentes para que se realizara el pago han sido eliminados".

El consorcio ha asegurado que, a pesar de estas circunstancias, GUPC sigue buscando un acuerdo de cofinanciación de conformidad con los contratos y las leyes vigentes con el objetivo de lograr una resolución "colaborativa e inmediata".

" Un acuerdo es la única solución que permite la continuación inmediata de las obras y la terminación temprana y más eficiente del proyecto en beneficio de ACP y Panamá", ha subrayado el consorcio en un comunicado.

A la espera de un acuerdo que funcione para la finalización de la obra, se han suspendido los trabajos en el proyecto debido a la negativa expresa de la ACP de extender el protocolo de negociación dirigido a alcanzar una solución que permita la continuación y finalización de las obras, han señalado.

Asimismo, ha añadido que GUPC propuso y acordó un protocolo de negociación con ACP para proteger el proyecto de una eventual suspensión y de las "amenazas" de la ACP de terminación del contrato.

En este sentido, ha insistido en que GUPC propuso prorrogar el protocolo en un continuo esfuerzo por llegar a una solución, que la ACP se negó y que el protocolo expiró.

En este contexto, la Autoridad del Canal ha entrado en una fase acelerada de decisiones para poner fin a la construcción del tercer juego de esclusas de la vía en 2015, con o sin el consorcio contratista.

El escenario que se ha venido anticipando es que la aseguradora Zurich American, que tiene la fianza que el Grupo Unidos por el Canal (GUPC) depositó para emprender el trabajo en 2009, avale la ruptura del contrato por causas justificadas achacables al consorcio, como la suspensión arbitraria del trabajo.

No aceptamos ningún chantaje", "estamos listos", "no le tenemos miedo a la obra", fueron algunas expresiones del administrador de la ACP, Jorge Quijano, al confirmar que no había acuerdo con GUPC, que exige más fondos para continuar la construcción, aduciendo que los "sobrecostes" le han causado un agujero superior a los 1.600 millones de dólares en su flujo de caja.

El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, aseguró a EFE el pasado miércoles que el consorcio "no podía hacer nada más", tras la ruptura de las negociaciones con la Autoridad del Canal, aunque mostró su deseo de seguir buscando una solución.

La ruptura de las negociaciones, señaló esta misma semana el consorcio, pone "en riesgo inminente" la expansión del Canal de Panamá y hasta 10.000 puestos de trabajo, añadía GUPC, que subrayaba que "sin una solución inmediata" las partes se "enfrentarán a años de disputas ante los tribunales sobre los pasos que han llevado el proyecto al borde del fracaso".