El Tesoro Público ha colocado 5.010 millones de euros en bonos y obligaciones a cinco, diez y 30 años, superando el objetivo máximo previsto, y ha rebajado la rentabilidad marginal en las tres subastas, aunque el tipo de interés medio ofrecido ha sido ligeramente superior en dos de ellas.

La demanda de los inversores ha sido también muy elevada y ha superado los 10.100 millones de euros, duplicando el importe finalmente adjudicado, lo que demuestra el interés que ofrece la deuda pública española para los mercados, en un momento de estabilidad de la prima de riesgo.

Precisamente, esta calma es lo que ha permitido al Tesoro colocar entre los inversores 2.236,11 millones de euros en el bono a cinco años, con un interés marginal del 2,294%, por debajo del 2,411% de la subasta previa, con lo que vuelve a marcar un nuevo mínimo histórico. La demanda de este papel ha superado los 4.000 millones de euros.

En la obligación a diez años el Tesoro ha colocado 1.975,69 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 3,580%, también por debajo del 3,845% de la emisión previa del mismo plazo y el porcentaje más bajo desde al año 2006. La demanda en esta subasta se ha situado en 3.805 millones de euros.

En el caso de la obligación a 30 años, el organismo ha ofrecido una rentabilidad marginal del 4,541%, casi un punto por debajo de la subasta previa del mismo tipo de papel (5,213%), con lo que se coloca en los niveles de 2007. El importe vendido ha alcanzado los 798,20 millones de euros, muy por debajo de los 2.288,22 millones solicitados por los inversores.

Tras las subastas de este jueves, en lo que resta de mes, el organismo adscrito al Ministerio de Economía y Competitividad celebrará una subasta más de letras a 3 y 6 meses el martes 25 de febrero.