El sector turístico español da trabajo al 12% de su población ocupada. Doce de cada cien trabajadores gana su salario directamente por desempeñar una actividad turística o indirectamente con algunos de los diversos servicios vinculados a ella. A esta media nacional no llega casi ninguna de las comunidades autónomas: sólo Andalucía y Valencia. No así Madrid ni tampoco Cataluña, pese a situarse a la cabeza en número de visitantes. Sólo Baleares y, sobre todo, Canarias superan con creces estas cifras por la escasa diversificación de sus economías y, en consecuencia, su altísima dependencia del turismo.

Así, la industria turística canaria es la que muestra mayor capacidad para crear empleo del conjunto de destinos españoles. Aproximadamente el 33% del total de los 750.000 ocupados que existen en el mercado laboral canario trabaja en el turismo: 250.000 personas empleadas como asalariados o autónomos. Pese a ello, la capacidad de creación de empleo del turismo es cuestionada continuamente por los sindicatos y, en ocasiones, por los algunos representantes públicos. La elevada tasa de paro existente en las Islas y los excelentes resultados que vive el sector turístico son las principales causas de que unos y otros recriminen a los empresarios no crear "suficiente" empleo en el sector.

"La bonanza del destino no va en consonancia con el empleo y se abusa de contratos eventuales y parciales", denuncian los dirigentes sindicales. Con idéntica contundencia responden los representantes empresariales: "No es aceptable la crítica de que no se crea empleo en el sector. La industria del turismo es muy potente, pero no puede absorber los más de 300.000 desempleados que existen en Canarias. El turismo no da para más, hay que buscar otras opciones".

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