El grupo Acciona, del que forma parte Trasmediterránea, y el ministerio de Fomento firmaron la semana pasada el nuevo contrato de adjudicación de la línea marítima entre Canarias y Cádiz manteniéndose todos sus actuales atraques y respetando por tanto las conexiones con los puertos de Arrecife, Puerto del Rosario y Santa Cruz de La Palma, además de los que realizará en los de las dos islas capitalinas. La dirección general de Marina Mercante, además, ha iniciado ya la modificación del real decreto que regula la Obligación de Servicios Público (OSP) de esa ruta para incluir en él las conexiones con las tres islas menores y que no quede al albur de la rentabilidad de la lí nea.

Así lo explicó ayer la directora general de Transportes del Gobierno de Canarias, Rosa Dávila, tras mantener reuniones con los responsables del ministerio de Fomento y con los que hay pleno acuerdo, según dijo, para que en el futuro esas conexiones quedan plenamente reconocidas e integradas por disposición legal en las condiciones de adjudicación. De esa forma se despeja definitivamente la incertidumbre que afectaba a la ruta desde que a primeros de enero la naviera operadora señalaba que no podía garantizar mantener todas las conexiones por no ser rentables.

El gobierno de Canarias, por medio de su consejero de Transportes y Política Territorial, Domingo Berriel, se puso en contacto el 27 de enero con los directivos de Trasmediterránea y con el secretario de Estado de Infraestructuras, Rafael Catalá, para intentar forzar una solución. En esas reuniones, Berriel y la propia Rosa Dávila lograron el compromiso de la naviera y del ministerio para mantener el servicio en la condiciones en que se estaba prestado hasta ese momento.