"Era un genio y figura". Así recordaba ayer a Juan Padrón su hijo Manuel Padrón en el Tanatorio San Miguel, donde numerosas personalidades del mundo de la política y de la empresa de Canarias acudieron para despedir a un hombre que fundó un conglomerado empresarial de la nada, abarcando desde la dirección del Gran Casino Las Palmas hasta la explotación de establecimientos como el Hotel Santa Catalina.

"Le tocó la enfermedad de la leucemia. Al principio, los ocho primeros meses aguantaba bien, pero llegó un momento en el que no quería seguir viviendo... Siempre fue un hombre que ha sabido valerse por sí mismo y verse con la impotencia de no poder moverse... No quería vivir, entonces fue apagándose poco a poco", contó Manuel padrón, embargado por la emoción al recordar a su padre.

Ahora la familia Padrón, con Matilde Marrero y sus siete hijos, se enfrentan al reto de continuar con uno de los grupos empresariales más sólidos del Archipiélago. El consejero del Grupo Jupama, Rafael Millán, explicó que hace cinco años Manuel Padrón fue designado por su padre director general del conglomerado siguiendo un protocolo de sucesión porque, aunque sean varios los hermanos que trabajan en la empresa, "sólo puede mandar uno".

Millán afirmó que la familia, con Manuel Padron al frente, "lo tiene muy claro, seguirá adelante con el proyecto en los negocios de ocio y recreativos, principalmente, y continuará diversificándose, como con los complejos turísticos, pero sin emprender una gran expansión".

El consejero recordó que el grupo dejó de invertir en el Gran Casino Las Palmas por las dificultades financieras que atravesaron durante la crisis, y es su socio, el Grupo Cirsa, quien lo adquirió con un pacto de reentrada que permite a la familia Padrón volver si paga el mismo precio al que lo vendió.

Asimismo, el grupo Jupama se quedó con el Hotel Santa Catalina, cuyo contrato termina a finales de 2017, cuando, según Rafael Millán, "el Ayuntamiento tiene la intención de sacarlo a concurso público" y, si encuentran un socio "adecuado", entrarán.

Según Millán, Manuel Padrón "nunca podrá mandar como su padre, que era el fundador y un hombre hecho a sí mismo", pero es el encargado de liderar el cambio generacional como director general de un grupo que será más participativo "junto a dos hermanos más y al consejo de administración del grupo empresarial".