Los economistas instan al Gobierno de Mariano Rajoy a no ceder ni un milímetro en las reformas estructurales que consoliden la recuperación económica de España. Los analistas financieros urgen a profundizar en la reforma energética para solventar el déficit tarifario, eliminar duplicidades en las administraciones públicas y acometer ajustes adicionales en la legislación laboral, entre otros desafíos.

El presidente del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), Juan Carlos Ureta, teme que, debido al calendario electoral y por la "fatiga lógica", pueda haber una "cierta tentación o tendencia a relajar la agenda reformista", por lo que animó ayer al Ejecutivo central a "no aflojar" en esa hoja de ruta, "ya que hoy más que nunca la economía española se juega su futuro en el terreno de la competitividad".

El IEAF presentó ayer en la capital grancanaria su informe titulado Competitividad, eje de una expansión sostenida, elaborado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF). El acto fue inaugurado por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria López, que garantizó el compromiso del Estado de mantener las reformas hasta final de legislatura.

El estudio está basado en el debate del 8 de julio en Barcelona con prestigiosos economistas y profesionales y cuya finalidad fue discutir sobre la capacidad de competir de la economía española como eje de un crecimiento duradero y sostenible. El presidente del IEAF, Juan Carlos Ureta, abogó por situar la productividad y la competitividad "en el centro de la agenda de un crecimiento sostenible", precisamente ahora que hay una "expectativa generalizada de que España está saliendo ya de la crisis".

Crecimiento

No obstante, el Fondo Monetario Internacional rebajó recientemente las previsiones de crecimiento mundial por la presión geopolítica y los riesgos en los mercados financieros, análisis que "ha caído como un jarro de agua frío", admitió Ureta, para quien esas dudas sobre si realmente se está saliendo o no de la crisis ponen de manifiesto que no basta con estimular la demanda, sino que resulta necesario mirar hacia la productividad y gestionar adecuadamente los recursos. Si bien, matizó que "hace años la empresa española no podía competir porque no tenía acceso a la financiación, pero actualmente eso ha cambiado: hay confianza y dinero para financiar a las empresas".

La economía española ha vuelto a la senda de crecimiento impulsada sobre todo por las exportaciones. Pero esta incipiente recuperación puede ser "insuficiente y de difícil prolongación si no se continúa con los cambios profundos que se necesitan", advirtió Ureta, que consideró, además, que "no hay productividad sin inversión".

A continuación, el ministro Soria destacó que de todas las economías desarrolladas del mundo sólo dos, la de Estados Unidos y la de España, mejoran sus previsiones de cierre para 2014 y 2015, a diferencia del estancamiento en el resto de economías europeas.

Confirmó que después de casi tres años de reformas estructurales desde que el PP accedió a La Moncloa, el Gobierno central "va a continuar con las reformas hasta final de legislatura". Recordó que España partía de desequilibrios notables a finales de 2011. El sector exterior llevaba diez años en déficit. A principios de 2012, la economía nacional llevaba nueve trimestres consecutivos en recesión. A partir de ese momento se puso en marcha un proceso de cambios y "se ha dado un vuelco a los indicadores macroeconómicos", remarcó.

En esta línea, comentó que el pasado año se registró superávit en el sector exterior, por lo que "por primera vez en años financiamos y prestamos al resto del mundo". Ello fruto de un comportamiento extraordinario en el sector turístico, pues en 2013 se batieron récords de entradas, con 60,6 millones de turistas, y un volumen de gasto de 59.082 millones de euros.

En opinión del presidente del PP canario, la primera condición que debe cumplirse para que haya recuperación y más competitividad es la estabilidad macroeconómica. "No se ha conseguido todo lo que se desea porque mientras España tenga una tasa de paro superior al 23% no se puede decir que hemos salido de la crisis", agregó Soria, que, no obstante, apuntó que las cifras de paro registrado son "cada vez más alentadoras".

Ahora bien, avisó de que para que haya recuperación hay que reactivar los "sectores reales" de la economía, pues "el turismo por sí mismo no vale". Al respecto, incidió en aumentar el peso de la industria, que crea empleo estable y de calidad. Soria reconoció que la energía es uno de los factores claves para el desarrollo industrial y expuso la reforma energética llevada a cabo por el Estado, encaminada a dotar de "seguridad de abastecimiento y disminuir la dependencia y la vulnerabilidad". Advirtió del "serio problema" de España por depender en un 92,5% de las importaciones para su suministro de hidrocarburos.

Tras su intervención, el director de Análisis y Estudios de la Fundación de Estudios Financieros, Alfredo Jiménez, expuso las conclusiones del informe de este centro de pensamiento. Para esta entidad privada, la tarea reformista todavía no ha concluido y "el riesgo de que se frene ahora, o no se termine, cuando se empiezan a ver los primeros frutos, es elevado".

Consideran que las reformas más urgentes son: la de las administraciones públicas para evitar duplicidades y priorizar la inversión pública productiva; la energética, a fin de avanzar en la solución del déficit tarifario; ajustes en la legislación laboral, simplificando contratos y buscando una mayor vinculación entre los salarios y la productividad; ejecutar políticas que favorezcan la transformación económica, que incidan en el mayor tamaño e internacionalización de las empresas; y la recuperación de la confianza en las instituciones, donde lo que atañe a "la administración de justicia, la transparencia, la corrupción y la cuestión territorial hay que dejarlo resuelto cuanto antes". "Estas reformas no se deberían frenar, pese al coste que pueden tener", apostilló.

En estos momentos los analistas financieros no ven adecuadas las políticas para fortalecer la demanda interna, sino que sigue siendo necesario que sean las exportaciones netas las que continúen liderando la recuperación.

Otras de sus propuestas consisten en mejorar la conexión entre el tejido productivo y las universidades y orientar la fiscalidad a facilitar la mayor competitividad de la economía. Para ello la política fiscal debería incidir en dos aspectos: aumentar la imposición sobre el consumo y la tributación ambiental y reducirla de las cotizaciones sociales y del capital.

La jornada, a la que asistió un centenar de personas, fue clausurada por el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara.