El debate abierto por la Confederación Canaria de Empresarios (CCE) sobre la validez de los datos que arroja la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre del año cuenta con seguidores en las dos posiciones. Por un lado, se encuentran quienes sostienen que errores muestrales de hasta el 15%, como el reconocido por la propia EPA para la variable de ocupados en el sector de la agricultura, hace que el dato carezca de valor. Por el otro, también existen quienes aseguran que el trabajo que desarrolla el Instituto Nacional de Estadística (INE) es "muy serio" y lo consideran el instrumento que más se "acerca a la realidad" del mercado laboral.

A la hora de elaborar cualquier encuesta, resulta determinante el número de sujetos entrevistados, lo que se define como el tamaño de la muestra. Por eso, en lo que sí existe coincidencia entre todos los expertos consultados es en la conveniencia de ampliar el volumen de encuestados.

Ahora bien, también la calidad de los datos mejora en función del tamaño total que posea la variable analizada. Sirva como ejemplo que al error del 15% reconocido en la metodología de la EPA para el número de ocupados en la agricultura del Archipiélago, le siguen el 11,81% en el sector de la industria, el 9,32% en la construcción y el 2,67% del sector servicios. Es decir, este último nicho de actividad económica, en el que se encuadran actividades como el turismo y el comercio y, por tanto, es el que mayor número de puestos de trabajo ofrece a los activos de las Islas, presenta un margen de desviación totalmente aceptable.

Retornando a la agricultura, la EPA reflejó una destrucción del 30% de los empleos del sector, lo que llevó a dar la voz de alarma al secretario general de la CCE, José Cristóbal García, ya que la media de afiliación a la Seguridad Social en el campo canario entre julio y septiembre, los meses analizados por la EPA de la discordia, creció en más de 4.000 efectivos.

Sin embargo, la batalla de las cifras se extiende también a parámetros para los que el INE declara un margen de error del 2,21%, como el de los ocupados. Según la EPA conocida el jueves, el Archipiélago tenía al finalizar septiembre 11.200 ciudadanos menos trabajando que tres meses antes y, a pesar de que la horquilla para el fallo se sitúa en valores lógicos, tampoco la CCE entendía la evolución. De nuevo recurriendo a la afiliación a la Seguridad Social, García manifestaba su incredulidad. Más aún si se desagregan los datos por provincias, lo que arroja una destrucción de 20.000 puestos de trabajo en la de Las Palmas y la creación de 8.800 empleos en la de Santa Cruz de Tenerife. El secretario general de la CCE atribuyó los datos extraños al "tamaño de la muestra" y si esta aumentara, se rebajaría la presencia de valores incongruentes.

En el INE remitían ayer a la metodología que publican junto a la EPA y en la que pueden encontrarse todos los márgenes de error reseñados. Para el sociólogo y experto en la elaboración de encuestas, Ezequiel Morales, "un error del 15% no es admisible", lo que le llevó a estar "de acuerdo con los empresarios" en sus dudas sobre el grado de certidumbre de la última EPA.

"La cuestión es si existe el presupuesto necesario para aumentar el tamaño de la muestra y rebajar así el margen de error", explicó Morales, porque " a menor cantidad de población" se hace necesario incrementar el número de encuestados.

A su juicio, ese 15% declarado como margen de error para la ocupación en la agricultura "puede distorsionar bastante", lo que hace que "la fotografía se desenfoque".

Por contra, el también sociólogo Juan del Río consideró que el trabajo desarrollado por el INE con la EPA "es muy serio" y constituye "el instrumento más cercano a la realidad" del mercado laboral con que se cuenta en la actualidad.

Correcciones

Del Río admitió la existencia de "errores", que crecen "si se pone el foco en algunos sectores". Sin embargo, advirtió de que los datos pasan por "correcciones y ponderaciones matemáticas", y por el análisis de las series históricas, tamices que sirven para terminar de conformar un panorama final fiable. "Los errores pueden ser grandes por sectores, porque se dan cuando disminuye la muestra", pero las grandes magnitudes en su conjunto, tras pasar por el laboratorio estadístico sí conforman, a su juicio, un dibujo realista de la situación.

El sociólogo señaló además que la EPA utiliza "la misma metodología que Europa" para su elaboración, por lo que es la herramienta que mayor grado de certeza arroja a la hora de trabajar con los datos del país en un contexto supranacional. Sobre las críticas de la patronal, opinó que son "habituales, porque no les convienen los datos que arroja" la EPA.