Al compás que ha marcado la inversión en general durante los años de la crisis, también el volumen de capital destinado a la investigación y el desarrollo (I+D) ha dibujado una línea descendente. En Canarias, la cuesta abajo que ha conducido desde el año 2010 hasta 2013 -20,48%- ha sido mucho más pronunciada que la del conjunto del Estado, donde el final de la pendiente se sitúa hasta la fecha en el 10,8%. La industria, sector que en mayor medida demanda I+D, escasea en el producto interior bruto (PIB) del Archipiélago, por lo que, en buena lógica, no cabe esperar hallar nunca a las Islas en los primeros puestos de la clasificación nacional.
El índice Altran, que mide el potencial innovador y tecnológico de los países de la Unión Europea (UE), sitúa a España en el puesto 16 de una clasificación que integran los 28 estados miembros. La I+D representó el pasado año el 1,3% de la economía española. En Canarias esa presencia baja hasta un exiguo 0,5%, menos de la mitad.
Menos presencia en el PIB
El PIB ha sufrido una serie de contracciones desde 2008, tendencia que se quebró el pasado año, cuando se experimentó un crecimiento del 1,4%, según confirmó esta misma semana el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es lógico que el volumen total de dinero dedicado a I+D también disminuyera, como así fue, pero lo preocupante es que decrezca su presencia en la composición de la economía canaria.
"Muchas de las empresas que en la época buena habían empezado a diversificar, con la crisis dejaron de hacerlo", expone el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi), Juan Ruiz Alzola. Es decir, si la presencia de la I+D ya era tenue en el global de la actividad empresarial canaria antes de la crisis, los efectos de esta la han adelgazado aún más. El mismo Ruiz Alzola destaca que en esa época de abundancia se llegaron a abrir incipientes líneas de negocio que con el crack económico "se abandonaron".
Empresas, universidades y sector privado de las Islas confiaron en 2010 a este nicho de inversión 255,4 millones de euros. En 2013, dicha cantidad se había reducido en 52,3 millones. El director de la Aciisi centra la mayor parte de la caída en el ámbito privado, en el que la presencia "ya era muy pequeñita". A ello es sumó una de menor tamaño en el sector público.
La economía canaria descansa en gran parte en los servicios y de manera muy intensa en el turismo, "que tradicionalmente ha sido un área de actividad que no ha demandado una gran cantidad de I+D", recuerda Juan Ruiz Alzola. De ahí las similitudes con Baleares, otra comunidad que tiene en el turismo su principal alimento y que presenta una caída más acusada que Canarias "aun cuando tiene una renta media algo superior a la canaria", expone el director de la Aciisi.
En buena lógica, al mismo tiempo que menguaba el capital destinado a la diversificación, también lo hacía el personal que se dedica a esta labor. Los 4.099 empleados a jornada completa en el Archipiélago en 2010 pasaron a ser 3.480 tres años después. Una caída del 15% que casi duplica a la registrada en el mismo periodo en el conjunto del Estado (-8,4%).
La única lectura positiva que puede extraerse de esta progresión bajista es la mejora de la paridad por sexos que experimenta el sector. Si antes de que se declarara la crisis mundial, las mujeres representaban el 36,5% del total de los trabajadores del sector, ahora son ya el 37,1%. Es decir, el desequilibrio se ha reducido en medio punto. Mejor es el dato si se atiende solo al segmento de los investigadores, donde la correción ha sido de 1,6 puntos y las féminas representan el 37,5% del total.
