¿Qué se juegan España y Canarias en el territorio del Sahel?
Nos jugamos nuestra seguridad y prosperidad porque estarán muy vinculadas a lo que ocurra allí. Cuánto mejor le vaya al norte de África mejor le irá a Canarias y a España. Por eso, el informe sostiene que hay que preocuparse mucho más por esta zona, ser más pro activos y tratar de estabilizar, por un lado, y de mejorar la prosperidad del territorio, por el otro.
¿Dónde se encuentran las oportunidades de negocio?
Los nichos de mercado en el caso de Canarias tienen que ver con el turismo. Canarias es una potencia en el conocimiento y podría aprovechar el desarrollo turístico en África para generar ingresos fuera de las islas. Sería triste que el expertise canario en materia de turismo no aprovechara la oportunidad y sean otros los que vengan, desde Brasil, China o Turquía,a desarrollar esa infraestructura. Lo mismo pasa con la situación geoestratégica y la base logística para el comercio costero. Esto es importante y la sociedad civil canaria tiene que presionar a Madrid y ésta, a su vez, a Bruselas.
El tren económico ya ha partido. ¿Ha despertado Canarias y España en este sentido?
Lo que decimos es que el tren del desarrollo en África ya ha partido y algunos actores han entrado desde la estación de partida y ocupan los mejores vagones. Mientras otros, como España, se están incorporando en marcha y para eso hay que saber cuándo y cómo hacerlo. África es nuestro mercado comercial, nuestro modelo de inversiones y nuestra vía de desarrollo. Turquía, China, India o Brasil ya están en el tren, pero nosotros tenemos la ventaja de la proximidad. Lo que no tenemos es una forma o una estrategia para sacarles partido y eso es lo que tenemos que definir.
¿Cuál debe ser el papel o las prioridades de Canarias?
Canarias conoce mejor la cultura y lo que hay que hacer porque ya ha tenido experiencias y está mejor colocada que otros que ignoran la situación. Esa proximidad es la que le debe permitir capitalizar y servir de fuente y si asume este papel mucha de la proyección de España en África vendrá por Canarias. Si no lo hacen lo asumirá otro porque, a medio plazo, vemos que esta zona ofrece unos niveles de crecimiento similares a los de países del Asia pacífico. Además, Europa y Estados Unidos están negociando un tratado de libre comercio y, aunque solo sea por la centralidad geográfica, Canarias tiene que plantearse que sus ingresos de futuro vendrán de fuera como ocurrirá con España. Y, en este sentido, vemos que África es la que presenta las mejores expectativas.
¿Es Canarias un punto álgido para el movimiento de divisas de movimientos terroristas?
Nosotros no hemos visto nada que diga que es un punto crítico en este sentido. Estamos lejos de eso.
¿En qué medida influirá estos peligros a la hora de que invierta el sector privada?
En una inversión siempre hay que hacer un correcto análisis de riesgo, pero cuanto mayor riesgo existe mayor es la oportunidad de beneficio. Los empresarios están habituados y no van a invertir en una zona de inseguridad jurídica absoluta, pero saben bien que en la medida de que no sean especulativas pueden tener muy buenos retornos. Si lo están haciendo los turcos, chinos o brasileños al menos deberíamos estudiarlo.
¿Debe liderar el Estado este desarrollo a partir de una inversión sólida y potente?
El Gobierno debe liderar este proceso y hacer una llamada de atención a la sociedad y decir que África debe ser parte de nuestro modelo económico de futuro. No todo es fácil, pero para movilizar a los empresarios hay que desarrollar una red de apoyos a la inteligencia para explicar cuál es la situación real, después un asesoramiento técnico y finalmente con una cobertura financiera para esas exportaciones. Pero para eso hace falta que el Gobierno dé prioridad a su frontera del Sur.
