La Agencia Tributaria se hace experta en redes para cazar a defraudadores. El plan de control tributario para 2015 dado a conocer ayer intensificará las medidas para aflorar actividades no declaradas que generan competencia desleal. En el centro de las actuaciones Hacienda están: el alquiler irregular de viviendas y el turismo, y la economía digital.
Alquiler y turismo
Con especial repercusión en Canarias, la lupa de los inspectores fiscales se colocará este año sobre los alquileres de viviendas y especialmente sobre aquellos inmuebles dedicados al turismo por cuyos rendimientos sus propietarios no pagan impuestos. Actuará igualmente sobre empresas turísticas regulares que no cumplen debidamente sus obligaciones fiscales e impulsará, de otro lado, actuaciones de control en aquellos casos en que se aprecie riesgos significativos de infradeclaración de la actividad.
¿Cómo lo hará? Echando mano, en buena medida, de las nuevas tecnologías. En el caso de los alquileres opacos -estudios anteriores a la crisis apuntaban que la mitad de los arrendamientos en España no se declaran- cruzará datos catastrales y de los consumos eléctricos para identificar casas que tiene actividad todo el año pese a figurar como segundas residencias; y en cuanto a los alquileres vacacionales, llevará a cabo una campaña específica de rastreo de los portales internacionales que se utilizan para poner en el mercado estas casas.
Comercio electrónico
Las directrices de la Agencia Tributaria pone otro foco de atención en el comercio electrónico y otras formas de economía digital. Así vigilará, por ejemplo, páginas de éxito con ingresos publicitarios que no son declarados o los casos de empresas nacionales de comercio on-line que aprovechan la red para presentarse con apariencia extranjera y no tributar en España.
Los funcionarios tienen entre sus prioridades la persecución del uso del llamado software de doble uso, una herramienta informática detectada en algunas cadenas comerciales y de hostelería que permite a las empresas defraudadoras realizar de manera instantánea y a diario una doble facturación o contabilidad, como paso previo para falsear las declaraciones tributarias.
Planificación fiscal agresiva.
El plan antifraude apunta también contra las estructuras de planificación fiscal internacional que utilizan generalmente grandes corporaciones para eludir el pago de impuestos. Hacienda, en coordinación con la UE, se propone combatir sobre todo el uso de los llamados instrumentos híbridos, prácticas agresivas de planificación fiscal destinadas a minimizar las bases imponibles que tributan en España y a exporta los beneficios a países con baja tributación.
