La figura de un espectacular caballo negro en una cristalera junto al lema 'Pura Banca Madrid' preside la entrada de la sede que Banco Madrid tiene en Las Palmas de Gran Canaria. Está situada en el número 32 de la calle Luis Doreste Silva, por donde a diario pasan cientos de personas sin percatarse de que casi a ras de suelo se encuentra la sucursal de uno de los denominados bancos de los ricos, aquellos que se dedican a la banca privada. Sólo unos pocos se dan cuenta de que las puertas están cerradas, aunque ninguno se presenta como cliente de la entidad. "Las oficinas de Banco Madrid permanecerán hoy [ayer para el lector] cerradas al público", informa un papel pegado con cinta adhesiva en la puerta. Los administradores provisionales de la entidad solicitaron este lunes el concurso de acreedores y suspendieron la actividad de la entidad en España.
"Ojalá tuviera dinero suficiente como para meterlo en banca privada", apuntaba con sorna un señor encorbatado que se acercaba a la entrada del banco "por curiosidad". Ese era el perfil de las personas que ayer se paraban a ver los dos documentos que avisaban de lo ocurrido a los usuarios, de los que apenas había rastro por la zona en un día como el de ayer. "Esta mañana había uno [cliente] aquí alterado", indicaba otro hombre que también se interesaba por lo que allí se informaba. "Tienen que tener muchos clientes porque ofrecían unos depósitos con alta rentabilidad y muchos se vinieron de otras entidades", añadía esta misma persona con deje peninsular.
"Gracias a Dios no soy cliente; ojalá tuviera dinero para invertirlo, pero no tengo ni un duro", respondía a la pregunta de si tenía sus ahorros depositados en Banco Madrid un señor mayor, que se cubría del sol que ayer iluminaba la capital grancanaria con una gorra. "Y espero que no vengan muchos", agregaba con la esperanza de que existan pocos afectados por la entrada en suspensión de pago de la entidad.
Un antiguo empleado de banca que prefería mantenerse en el anonimato no sólo se conformaba con leer los papeles sino que además se tomaba su tiempo para sacarles una foto con su smartphone. "Es para ponerlo en el Facebook para que mis amigos vean la corrupción generalizada que pudre este país", declaraba. Para esta persona, "la practica bancaria en los últimos 20 años ha degenerado hasta un tratamiento poco ético con el cliente, al que se le exprime", comentaba, para asegurar que los casos que salen a la luz pública "son sólo la punta del iceberg, de cada uno que conocemos hay otros nueve detrás".
En el interior de la sucursal, dos empleadas conversaban entre muebles de diseño. La actividad en el edificio que hace esquina con un aparcamiento parecía normal si no fuera por la clausura para atender a los usuarios del mismo. Una de las trabajadoras precisaba que los afectados podían consultar sus dudas a través del teléfono 902423333 Asimismo, puntualizaba que desde la sucursal capitalina no se puede ofrecer ningún tipo de información, remitiendo cualquier solicitud a la central de Madrid.
Fuentes del sector bancario en el Archipiélago explicaban que los problemas que existen en Banco Madrid comenzaron cuando Banca Privada d'Andorra lo compró en el año 2010. "Antes era de una entidad ejemplar como Kutxabank, una de las antiguas cajas que tiene uno de los mejores ratios de liquidez", manifestaba un banquero. "Banco Madrid se intoxicó cuando lo compró la banca andorrana, un sitio un poco oscuro donde la gente acude para llevar el patrimonio no declarado", añadía, para sentenciar que "todo lo que tiene que ver con Andorra y Suiza parece que nos da más problemas que beneficios".
Desde el sector de la banca se recomienda "mantener la calma". "La gente que debería estar preocupado son los que tienen cuentas corrientes con más de 100.000 euros, que van a tener una espera un poco más tensa, pero el resto de gente con fondos no tendrán ningún inconveniente excepto por la incomodidad de tener bloqueado el dinero", exponía esta misma fuente.
A pesar de que los afectados se cuentan por miles, unos 80.000 en todo el país y aproximadamente 3.500 en el Archipiélago, este lunes apenas se vieron imágenes de colas de clientes frente a las entidades como ocurre con otras situaciones parecidas en entidades bancarias normales. No lo hicieron porque estas sucursales no cuentan con cajeros y en algunos casos tampoco tienen dinero en efectivo. Otra explicación se encuentra en que a la banca privada acceden normalmente grandes fortunas que deciden invertir sus ahorros, normalmente con cantidades superiores a los seis dígitos, a través de los fondos de inversión y sociedades de inversión de capital variable (Sicavs) que gestiona Banco Madrid.
