La posibilidad de que Canarias cuente en un futuro con turistas chinos plantea todo un debate en torno a un cambio de su actual modelo turístico mediante la introducción de productos y ofertas que en la actualidad no se contemplan en las Islas. Son tendencias que ya se abren camino en diferentes áreas turísticas y que la Organización Mundial del Turismo introduce en todos sus informes, pero que en Canarias apenas se plantean. Por ejemplo, la posibilidad de ampliar la gama de ofertas de cruceros con nuevas rutas a lo largo de la costa atlántica hasta el golfo de Guinea, con Canarias como puerto base y escalas en algunas de las principales ciudades africanas. O la posibilidad también de realizar paquetes combinados entre diferentes islas o entre éstas y núcleos turísticos de la cercana África Occidental, lo que la OMT denomina "multidestinos". Ofertas que sí podrían ser un aliciente para "el viajero itinerante chino", pero que obligan a una revisión de alcance de la política aeroportuario que pesa sobre Canarias como una losa: oligopolios aéreos, altas tasas, billetes a precios muy elevados y aeropuertos sin capacidad para que aterricen aviones de gran dimensión. En España, sólo Barcelona recibe vuelos del avión comercial más grande del mundo: el airbus A380, que mide 72,7 metros de longitud y 24 de altura. "Innovar es la capacidad para anticiparse y ofrecer al turista aquello que no sabe que todavía desea", explicaba hace poco el rector de la ULPGC, José Regidor. Qué menos que anticiparse a darle lo que sí sabe que quiere pero aún el destino no es capaz de producir: las condiciones para que viajen hasta Canarias turistas de mercados lejanos como China y Estados Unidos, además de Rusia o Polonia. Pero Canarias tiene "un producto turístico muy rutinario", lamenta empresario y "no se vislumbra que este modelo vaya a variar. Al menos de momento".
