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Turismo El potencial de los mercados emergentes

El turoperador británico Thomas Cook abre Canarias a los inversores chinos

La posibilidad de atraer a turistas asiáticos provoca expectación y escepticismo en el empresariado

Turistas chinos se fotografían en el destino que eligieron para pasar sus vacaciones. LP / DLP

La alianza entre Thomas Cook y el Grupo Fosun Internacional, la empresa china que ha lanzado una ofensiva para expandirse en el mercado turístico europeo, incluye a Canarias entre sus objetivos. De hecho, ejecutivos de esta compañía han visitado algunos hoteles de Thomas Cook en el Archipiélago antes de decidirse a afrontar la posible compra de alguno de sus establecimientos en este destino, dentro del amplio acuerdo de utilización de la infraestructura y contratos del turoperador británico para transportar y alojar a turistas asiáticos en Europa.

La noticia saltó a la prensa económica nacional y ha provocado cierto revuelo en el sector turístico de Canarias, que se debate entre el escepticismo y la expectación. Algunos empresarios se han mostrado a favor de impulsar la realización de estudios de mercado rigurosos, que permitan despejar la duda de si esta opción es posible o tan solo un espejismo, dada la larga distancia que separa a Canarias de China y el perfil del turista procedente de este mercado.

El viajero del gigante asiático, en principio, parece poco predispuesto a apostar por los destinos vacacionales frente al atractivo que ejerce sobre ellos el turismo cultural o de compras: "A los chinos no les gusta la playa. Es más, a muchos les resulta incluso incómodo el sol. Pervive la cultura de mantener la piel lo más blanca posible", argumentaba en la red un especialista en turismo al analizar las Cinco cosas de España que no gustan a los turistas chinos.

China ya tiene su 'hawái'

Además, para quienes sí gustan de tumbarse al sol, China también tiene su hawái o paraíso al que retirarse a descansar: Hainan, la gran isla tropical que se ha transformado en el destino preferido de muchos ciudadanos de elevada capacidad adquisitiva y que sigue experimentado un crecimiento espectacular año tras año.

La ecuación, por tanto, no resulta tan simple de despejar con argumentaciones que rozan más el tópico que el análisis real. Hay otros factores y tendencias que plantean al menos la duda de si Canarias podría ser a largo plazo un destino de interés para una clase media china que se incorpora al mercado internacional a un ritmo de millones de viajeros al año.

Y todo cuando las distancias ya no se miden en los miles de kilómetros que separan al país emisor del destino, sino en los miles de millones de inversión que la industria aérea dedica a fabricar grandes aviones capaces de ampliar el número de pasajeros y reducir la duración del viaje. Es la denominada "muerte de la distancia"; otra cosa es que los aeropuertos de destino estén o no -como ocurre en el caso de Canarias- adaptados a estas necesidades de futuro.

Thomas Cook ha precisado al empresariado canario que se ha interesado por indagar en los posibles efectos en las Islas de su alianza con Fosun que, en realidad, no busca atraer turistas, sino inversores chinos. Está sobre la mesa la compra de algunos complejos hoteleros que el turoperador británico tiene en el Archipiélago, en una segunda operación del grupo chino sobre el sector turístico europeo tras la compra hace dos meses del Club Med, el complejo de hoteles francés, por valor de 940 millones de euros.

La inversión es el primer paso para tratar de llenar posteriormente los alojamientos con ciudadanos de la misma nacionalidad que el inversor. Así fidelizó Canarias a los alemanes y, en menor medida, a los británicos y nórdicos, afianzando gracias a sus inversiones los denominados "mercados tradicionales". El desarrollo turístico de las Islas está plagado de historias de inversores europeos que llegaron a Canarias, se enamoraron de esta tierra y aprovecharon las enormes oportunidades que les ofrecía para hacer negocios.

Aquellos pioneros del norte de Europa siguen siendo casi los únicos que garantizan el liderazgo turístico de Canarias en sol y playa, porque la realidad es que ningún mercado emergente ha terminado de consolidarse. Y ello pese al riesgo que supone para el destino este mercado cautivo tradicional: "Cuanto mayor es el índice de concentración, mayor es el riesgo turístico. Sobre Canarias pesa la alta dependencia de sus dos mercados emisores principales: Reino Unido y Alemania", advierte el propio Gobierno autonómico en su Plan Estratégico Promocional Islas Canarias 2012-2016.

Canarias acumula ya cierta experiencia en la búsqueda de estos mercados emergentes. A lo largo de su historia turística ha explorado en no pocas ocasiones la posibilidad de diversificar a sus visitantes, tratando de captar otros mercados de interés por su alta capacidad adquisitiva. A media distancia, lo intentó varias veces con Francia de forma infructuosa; fallaron entonces dos factores imprescindibles para garantizar el éxito: las rutas aéreas y la promoción.

Sólo la crisis de los países africanos de influencia francófona está permitiendo superar ahora ambas limitaciones y el turismo francés comienza a crecer tímidamente en algunas islas -sobre todo Fuerteventura-, al tiempo que se refuerzan las conexiones aéreas y las acciones promocionales. En sentido inverso ha ocurrido con polacos y rusos, donde su potencial crecimiento no ha estado a la altura de las expectativas creadas.

También se ha intentado ganar cuota en algunos mercados lejanos como el norteamericano y el asiático: una representación del Patronato de Turismo de Gran Canaria viajó hace apenas unos meses a la propia China. Y el turista de Estados Unidos sigue siendo un codiciado objeto de deseo tanto para Tenerife como para Gran Canaria, donde una delegación de esta isla vende precisamente estos días los incentivos fiscales. ¿Recoge el mercado turístico canario lo que siembran sus políticos en estas acciones de promoción?

Una de las claves que garantiza la conquista de un nuevo mercado son las conexiones, y lo cierto es que sólo hay suficientes vuelos directos con los mercados tradicionales. Según datos del citado plan promocional, más del 95% en los casos de Alemania, Reino Unido y Países Nórdicos, frente al 65% de rusos o el 40% de franceses, llegan en vuelos sin escalas a las Islas.

Tan importante es la conexión directa, que Air China busca ampliar estas rutas con otros destinos de España, además de Pekín-Madrid: "Vamos a realizar un estudio detallado de las conexiones que se pueden abrir con España para ampliar todas las rutas posibles", señaló recientemente el director de desarrollo de esta aerolínea en un encuentro mantenido en Málaga.

Resulta llamativo que el Fondo de Desarrollo de Vuelos de Canarias, puesto en marcha hace un año con fondos europeos para subvencionar nuevas conexiones aéreas, esté quedando desierto en la mayoría de sus rutas en las dos sucesivas convocatorias que ha puesto en marcha el Gobierno canario. Hasta el momento, de las 14 rutas bonificadas solo han resultado de interés para las compañías aéreas cinco, tres de ellas con Francia. Y sólo se ha utilizado el 7% de los diez millones previstos para el total de las 50 rutas que este plan de vuelos programó para 2014 y 2017.

Tenerife-Nueva York, Gran Canaria-Toronto o Fuerteventura-Moscú son algunas de las conexiones que han quedado sin cubrir. ¿Por qué? ¿Es un problema de distancias? ¿Una mala elección del aeropuerto emisor? ¿Desinterés de los turoperadores y aerolíneas por su política empresarial o su apuesta también por otros destinos? ¿O falta de masa crítica para llenar esos vuelos? "Aquí cabría aplicar el dilema de qué fue primero, si el huevo o la gallina -reflexiona un empresario turístico-. Si algo sobra hoy en día en el mercado son aviones, pero ¿hay suficientes turistas en Toronto interesados en visitar Canarias, un destino del que la mayoría no ha oído hablar?".

Volviendo al turista chino, si algo caracteriza su perfil es ser "un viajero itinerante, ansioso de viajar al extranjero, que está madurando rápidamente y para el que nuestro país no es aún muy conocido", según el último análisis de este mercado realizado por el Instituto de Turismo de España. Es, además, un turista mayoritariamente universitario y joven (entre 25 y 45 años), que "busca patrimonio cultural y demanda seguridad, respeto y buen servicio". Además, el chino es un gran comprador, hasta el punto de ser el primer consumidor de marcas del mundo, por delante de japoneses, estadounidenses y británicos.

Pero más allá de sus motivaciones para viajar, el dato que rompe las previsiones convencionales de las estadísticas es el ritmo al que el viajero chino se incorpora al mercado turístico. Según datos del turoperador británico, 104 millones de turistas chinos salieron fuera de su país para pasar sus vacaciones en 2014. Y en proporción al elevado crecimiento de su clase media, en torno a los 400 millones, se espera que lo siga haciendo a un ritmo aún mayor en los próximos años.

¿Por qué destinos apostarán esos millones de nuevos viajeros? El 98% sigue concentrando sus vacaciones en destinos asiáticos, mientras que, por lo que respecta a sus viajes a Europa, los seis primeros destinos por los que está apostando en la actualidad el visitante chino son Francia, Italia, Alemania, Suiza, Rusia y Reino Unido. España solo representa de momento el 0,26%, pero el pasado año creció por encima del 13% con respecto al ejercicio anterior.

Aunque las cifras son todavía modestas para nuestro país, operaciones como la que acaba de cerrar Fosun, comprando el 5% de Thomas Cook por 126 millones de euros, evidencian que España está en el punto de mira de los países a visitar a partir de ahora.

Además, este no es el primer ni el único acercamiento del empresariado chino al mercado turístico europeo. Hace cuatro años, Sol Meliá se alió con el primer grupo hotelero chino, Jin Jiang Hotels, a través de un acuerdo para expander este grupo en Europa y a la cadena española en Asia. La operación se fraguó en 2010, tras la inauguración del Gran Meliá Shanghai, operado por este grupo turístico.

Por lo que respecta a Canarias, la dirección de Thomas Cook para el Norte de Europa ha reiterado en diversas ocasiones el interés del grupo británico por consolidar y ampliar su presencia en las Islas.

En un acto en Gran Canaria para galardonar a seis cadenas hoteleras de la isla, el responsable de operaciones de esta división, Nils Melander, señaló: "Thomas Cook quiere crecer en Canarias porque es un destino que gusta mucho. El invierno en estos países del norte de Europa es muy duro y nuestros clientes optan por escapar del frío y refugiarse en Canarias frente a otros destino como el Caribe o Tailandia, donde además de estar a mayor distancia, encuentran mucha humedad y calor".

Aumentar presencia

Estas expectativas, evidenciadas hace poco más de un año en relación al mercado nórdico en Gran Canaria -donde Thomas Cook cuenta con 170 establecimientos alojativos-, son un botón de muestra del interés que sigue manteniendo el segundo turoperador europeo por ampliar su presencia en el mercado canario. No resulta, pues, tan sorprendente la reciente visita de los ejecutivos chinos de Fosun Internacional a las Islas, donde el operador británico quiere consolidar y ampliar la cuota del 20% del mercado canario que ya gestiona.

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