La situación económica adversa que vivió el sector turístico canario desde el comienzo de la crisis global del año 2008, con una caída de la demanda, ha hecho cambiar el paso a las empresas alojativas isleñas. Tras años de hegemonía de la oferta extrahotelera, especialmente en la provincia de Las Palmas, las tornas han cambiado. A cierre de 2014, una cuarta parte de la oferta de apartamentos había ya modificado su tipología alojativa y categoría, convirtiéndose en hoteles, mayoritariamente de cuatro estrellas, o desaparecido de la explotación turística.
Aunque el descenso de la demanda turística desde 2008 fue generalizado en el Archipiélago, la histórica apuesta de las islas orientales por una oferta extrahotelera provocó su estancamiento y el deterioro de su imagen como destino turístico y sufrió especialmente la crisis.
Seis años más tarde, la balanza alojativa de Canarias se ha inclinado mayoritariamente a favor de los hoteles, que representan ya casi el 60% de la oferta, mientras que con anterioridad sólo alcanzaba el 35%.
En una comparativa de los datos publicados por Promotur de Turismo de Canarias, se aprecia que en 2007 la oferta hotelera de la Comunidad Autónoma se componía de 186.326 plazas, 58.945 menos que a cierre de 2014, una cantidad cercana a la que han perdido los complejos de apartamentos y bungalows, que han pasado a sumar, hasta diciembre pasado, 180.267 camas, 52.241 menos que en 2007. De éstas, casi 12.000 desaparecieron entre 2013 y 2014, coincidiendo con el claro auge de la demanda turística, los incentivos a la reconversión y la puesta a disposición del sector de créditos por parte de la banca, tras años de sequía. Unas condiciones propiciadas dentro del Plan de Modernización Turística del Gobierno de Canarias y la nueva Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias, aprobada por el Parlamento regional en mayo de 2013..
Para el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT), Fernando Fraile, la existencia de una oferta extrahotelera obsoleta estaba incidiendo en la calidad del destino y muchos establecimientos no tenían futuro. Su reconversión "les ha permitido volver a la senda de la rentabilidad", dijo, mientras que otros que no han podido adaptarse al mercado, bien por falta de recursos o por desacuerdo de sus propietarios, se han dado de baja de la explotación.
Salvo contados cierres totales, estos complejos de apartamentos se utilizan como segunda residencia o se acogen a la ley de arrendamientos urbanos que les permite tanto el alquiler vacacional, como residencial.
Las estadísticas del Observatorio de Turismo del Gobierno de Canarias a favor de los hoteles son claras. En 2014, año de récord turístico, en el que casi se rozó los 13 millones de visitantes entre extranjeros y nacionales, los hoteles lograron una media de ocupación anual de casi el 75%, mientras que los apartamentos y bungalows se quedaron en el 50%, alcanzando su cifra más alta en agosto con una ocupación del 65%, gracias a la demanda de la clientela canaria.
La lista de establecimientos que ha afrontado su reconversión es larga. En el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana, nombres históricos como Los Salmones es hoy Hotel Playa Bonita ; los apartamentos El Carmen, uno de los primeros que se construyeron en Playa del Inglés, es el Hotel Gold By Marina.
La lista en este municipio la engrosan, entre otros histórico, los complejos extrahoteleros Marieta, Broncemar, Las Rosas, Los Mariachis, Horizonte, Bungalows Playamar, El Palmar, Terrazamar o Parque Cristóbal.
En Mogán, cabe citar la reconversión acometida por el grupo Cabau de los apartamentos Cala D Or de Puerto Rico, de una llave a hotel de tres estrellas, o los proyectos de Servatur, Casablanca, también de una llave a tres estrellas, y Green Beach Patalavaca, de apartahotel a hotel de tres estrellas.
En Fuerteventura, con la reforma ya realizada o en desarrollo, se encuentran los complejos Brisamar, Lobos Bahía Club, Hoplaco, Aloe Club Resort, Arena, Los Geranios, Bahiazul, Mirador de Lobos Golf, Playa Park Club, Taj Privilege Villas, Lobosol Paradise, Los Delfines, Villa Vistas del Mar, Jandía Mar o el hotel Barceló Beach, reconvertido por el Grupo Barceló Hotels en un cuatro estrellas, tras ser explotado durante años bajo la categoría de dos llaves.
Por su parte, en Lanzarote, los apartamentos de dos llaves Don Paco Castilla y Balcón del Mar mutaron en flamantes cuatro estrellas. El primero de ellos, un pionero de Puerto del Carmen, es hoy el Hotel Sentido Lanzarote Aequora Suites.
En el nuevo panorama de la oferta alojativa canaria destaca la apuesta de un buen número de establecimientos por las cuatro estrellas. De hecho, es la oferta más numerosa por categorías.
Significativo es el caso de los históricos Apartamentos El Carmen, en Playa de Inglés, que el grupo Satocán convirtió en el Gold By Marina, tras una profunda remodelación, que le valió en poco tiempo la consideración del tercer mejor establecimiento de España por la web internacional especializada de viajes TripAdvisor.
