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El comercio destruye empleo en las Islas a pesar de vender un 3,5% más

El número de ocupados cae un 0,9% con respecto a febrero del año pasado

Imagen de archivo de un comercio de fruteria. LP/DLP

El comercio minorista se anotó en febrero su vigésimo mes consecutivo de incrementos tras crecer las ventas un 3,5% con respecto al mismo mes del pasado año. Sin embargo, a pesar de la consolidación de la buena marcha del sector, el número de ocupados descendió un 0,9%.

La subida registrada en el volumen de negocio superó en nueve décimas la media nacional y fue la séptima más intensa de todas las comunidades autónomas, según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si en un principio fue la llegada de turistas el motor que sirvió para desterrar el signo negativo que había colocado la crisis al volumen de negocio, ahora la demanda interna también comienza a cobrar fuerza. De ello da cuenta el escaso número de regiones españolas en las que la actividad comercial continúa decayendo. En febrero fueron cuatro concretamente: Extremadura (-0,1%), La Rioja (-0,5%), Asturias (-0,8%) y País Vasco (-0,8%). En la parte alta, Cantabria lideró la clasificación (5,9%), seguida por Baleares (4,5%) y Madrid (4,1%).

Las causas

A instaurar esta tendencia contribuyen tres factores fundamentales: la reducción del número de parados, la rebaja de la presión fiscal y la escasa inflación. Más ciudadanos trabajando, mayor renta disponible por el abaratamiento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el mantenimiento de los precios cuando no su caída, según revela el IPC mes tras mes, son tres condiciones suficientes para que los comerciantes vean rotar el género.

La última campaña navideña y la posterior de las rebajas de invierno fueron las primeras de los últimos años en las que los empresarios del sector reconocieron que se estaba produciendo un cambio de ciclo, tras constatar que las cajas superaban con claridad a las recaudaciones del año anterior.

Sin embargo, a pesar de ello, el Archipiélago sufrió el segundo mes consecutivo de destrucción de empleo. Un jarro de agua fría si se tiene en cuenta que hasta el final del pasado año eran ya 17 los meses en los que de manera consecutiva se había logrado aumentar las plantillas.

Más negativo, si cabe, resulta comparar este mal dato (-0,9%) con la media estatal, que registró un avance de medio punto y con solo cinco regiones lastrando la tendencia positiva.

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