Los dos sectores que más uso hacen del gas, el industrial y el hotelero, consideran una "utopía" que las Islas se puedan abastecer sólo de energías renovables en las próximas tres o cuatro décadas con los dos millones de habitantes y casi 13 millones de turistas que llegan al Archipiélago. "Ojalá", coinciden en señalar, pero subrayan que se va a requerir un mix energético y que, para seguir "envenenando" la atmósfera quemando fuel, es preferible utilizar como combustible el gas natural, menos contaminante y más económico. Apuestan por la convivencia entre el aumento progresivo de las energías renovables y el uso del gas que respalde cualquier vicisitud.
Ante ello, reclaman soluciones a los políticos para que las industrias y los hoteles canarios y, en concreto, de Gran Canaria, no sigan pagando entre un 30% a un 50% más, respectivamente, por el consumo que actualmente hacen del gas para que sus fábricas o establecimientos funcionen. Ahora lo compran y no tiene los mismos precios que en Península donde está implantado el gas natural licuado en las regasificadoras.
Para ambos sectores debe imperar el diálogo entre administraciones ya, y se ha de hacer un estudio claro y riguroso de cómo se va a conseguir la autosuficiencia energética, el tiempo, y que les expliquen con pelos y señales que estos sectores, que generan riqueza y empleo a la economía canaria, con costes superiores a la Península, puedan ser realmente competitivos frente a otros mercados.
El tinerfeño sin ir más lejos, cuya regasificadora propuesta en Granadilla está recibiendo el beneplácito de todas las administraciones y puede estar culminada en 2018, mientras que la de Arinaga, en Gran Canaria, está bloqueada por la oposición del Cabildo de la Isla a que se construya. Según su presidente, Antonio Morales, la ejecución de la planta regasificadora dilataría el desarrollo de las renovables, porque es una inversión de 300 millones de euros que, como mínimo, se amortizaría en 40 años, y el Cabildo espera que la Isla sea autosuficiente antes, con lo que no tiene sentido esta inversión sino volcarse en las renovables. Para las industrias y hoteles la idea de Morales es perfecta, pero que les presente el modelo energético que pueda cubrir las necesidades de sus negocios y la tecnología que logre la combustión que necesitan, porque mientras tanto van a seguir quemando fuel y pagando el doble por el gas que ya consumen y que compran directamente a precios mucho más caros que en Península, lo que les hace perder competitividad. Para Jesús Cayeiro, director gerente de Vidrieras Canarias, la empresa isleña se ahorraría 1.200.000 euros, un 30% menos, con el cambio del fuel al gas. Esta industria es la gran consumidora , quitando las centrales eléctricas, de combustible para sus hornos o canales para el transporte del vidrio. Compran 6.500 toneladas de fuel y 1.000 toneladas de propano. Los industriales reclaman que, mientras se instala el gas, porque ellos necesitan combustión y usarán o fuel o gas hasta que no se desarrolle una tecnología que lo supla, se pueda implantar en Canarias el aire propanado, cuya regulación para la comercialización y suministro está paralizada. Se haría con propano, con pequeñas canalizaciones, y serviría para reducir los costes actuales además de ser menos contaminante. "No tiene nada que ver el desarrollo de las energías limpias con el del gas; tienen que conversar para que se despeje de una vez por todas qué se plantea", indica.
Para Eugenio Castillo, presidente de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), "una cosa no quita la otra; debe ser un mi x energético donde prevalezca y se incrementen las energías renovables, que tienen trabas y proyectos judicializados, y se consuma gas natural porque es más barato y menos contaminante y la industria quiere ser competitiva en el mercado".
A su juicio, es impensable que se pueda cubrir el consumo en las Islas con el 100% de energías renovables y hay que buscar ese equilibro. "Son temas que deben ser debatidos y dialogados porque a los industriales nos mueve la competitividad y que el peso de la industria tenga el 10% en 2020 y ahora es del 8%". La empresa que asesora Eugenio Castillo, Compañía Cervecera Canarias, realiza millonarias inversiones en planes medioambientales. Han creado una planta de biogás que produce metano con los residuos que generan. Pero no es suficiente. Requieren calor y frío y necesitan combustibles. "Apostamos por las renovables y por un desarrollo de la gestión de los residuos, pero por ahora es una utopía hablar de 100% de renovables", indica. Y mientras, se quema fuel y pagan más por el gas.
