La Fiscalía Anticorrupción ha encontrado nuevos indicios de que el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato pudo blanquear dinero en el extranjero entre 2011 y 2014 a través de una de sus so- ciedades, por lo que ha pedido que el caso se investigue en la Audiencia Nacional.

Anticorrupción sostiene en un escrito remitido ayer al Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid que un reciente informe de la Oficina Antifraude arroja "nuevos datos indiciarios" de que Rato ha podido blanquear capitales en el extranjero mediante la sociedad alemana Bagerpleta GmbH, propietaria de un hotel en Berlín, de la que fue administrador hasta abril de 2015. En su opinión, las inversiones del exministro de Economía en esta sociedad, de la que posee el 44%, se habrían llevado a cabo a través de la mercantil Kradonara, cuya matriz es la gibraltareña Vivaway, propiedad, a su vez, de Rato.

"Los flujos de dinero que Kradonara ha remitido a Bagerpleta GmbH entre 2011 y 2014 tienen un presunto origen ilícito, dimanante de delitos de corrupción entre particulares y delito fiscal", subraya el informe. Así, la Fiscalía especial ha cambiado su criterio inicial sobre la investigación abierta el pasado mes de abril al exbanquero, que se dirige también contra su asesor fiscal Domingo Plazas, ya que en un principio se opuso a la inhibición que planteó Serrano-Arnal en favor del instructor del caso Bankia, Fernando Andreu.

Sin embargo, aunque ahora considera que los hechos no son competencia de los Juzgados ordinarios de Madrid, sigue manteniendo que no guarda relación con aquel ni con ningún otro que están tramitando en la actualidad los Juzgados Centrales de Instrucción de la Audiencia Nacional.

Además, la fiscal Elena Lorente solicita que se abra una pieza separada con las investigaciones que la UCO (Unidad central Operativa de la Guardia Civil) debe realizar a partir de los nuevos datos surgidos en la investigación respecto al delito de blanqueo. Un delito que, al principio, no estaba "mínimamente aquilatado", según la opinión de Anticorrupción, una situación que ha cambiado con el nuevo informe que la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) envió al Juzgado el pasado 21 de julio.

En el primero, la ONIF dedicaba buena parte de su documento a la sociedad Kradonara, que fue constituida en noviembre de 2001, y con la que presuntamente Rato no declaró en el Impuesto de Sociedades entre los ejercicios fiscales 2011 y 2013, con lo que podría haber defraudado más de un millón de euros.

Además, relataba que el que fuera llamado a suceder a José María Aznar al frente del PP y también ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) donó en julio de 2013 a sus hijos las participaciones que posee de las sociedades Aurosur, Rodanman Gestión, Explotaciones Carabaña y Rafi por valor de 2,6 millones. Más tarde las recompró utilizando la fórmula de las ampliaciones de capital y como vehículo necesario a la mercantil Kradonara.

Un año después vendió sus participaciones en Kradonara a Vivaway, que pasó a ser su socio único. A ello unía la posibilidad de que Rato facturara sus servicios a Telefónica o al Banco de Santander a través de esta mercantil "al objeto de evitar su tributación en el IRPF".