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Bienvenidos al paraíso fiscal

La compañía CS Global vende las ventajas del doble pasaporte y la exención de impuestos que varias islas caribeñas ofrecen a cambio de inversiones y compra de propiedades

Un pasaporte de San Cristóbal y Nieves (St. Kitts and Nevis), una de las islas caribeñas consideradas paraíso fiscal. LP / DLP

El crapaud o pollo de montaña es un tipo de rana muy abundante en la pantanosa isla de Dominica, también llamada la Suiza del Caribe. Se trata de un anfibio de gran tamaño que llega a alcanzar una longitud corporal de 15 centímetros y unos 30, de la boca a sus extremidades traseras estiradas. Una ocupación extendida entre los nativos es la de cazarranas; a ella se dedica en cada hogar, al menos, un miembro de la familia. Alrededor del crapaud se ha creado una industria que abastece de carne a los restaurantes locales que presumen de producto gourmet ante los visitantes atraídos por el ecoturismo y las facilidades fiscales. Del mismo modo San Cristóbal y Nieves (St. Kitts and Nevis) otras dos minúsculas islas confederadas, situadas geográficamente entre Puerto Rico y Trinidad y Tobago, están orgullosas de tener algunos de los campos de golf más bellos del mundo. O Granada, la isla de la nuez moscada y los licores, proyecta al exterior la imagen de sus impresionantes actividades náuticas y de sus bellas playas. "Un lugar donde no se paga impuestos es casi siempre una isla en la que todo el mundo dedica el tiempo a retozar en un yate", escribió John Lanchester en Cómo hablar de dinero.

En realidad, todas, Granada, Dominica y San Cristóbal y Nevis tienen razones para alardear de un mar turquesa y una soleada placidez. Y todas, a su vez, ofrecen pasaportes a cambio de inversiones en sus paraísos fiscales que han pasado a convertirse en su mayor atracción turística. El Financial Times, ahora en manos del grupo japonés Nikkei, tras la venta de Pearson, distribuyó en junio un número especial publicitario de CS Global Partners, una empresa asesora líder en ciudadanía y soluciones de negocio, para promocionar la doble nacionalidad en estas islas caribeñas y con ello la posibilidad de evadir impuestos mediante la inversión o la compra de inmuebles. Ellos lo llaman diversificación y puede que haya razones para otorgarle el nombre.

CS Global Partners vende el segundo pasaporte caribeño de diferentes maneras. Algunas de ellas se prestan incluso a un doble juego interpretativo y se podría ironizar con ello. Pese a tratarse de países diminutos amenazados por huracanes, alerta sobre las ventajas que otorga la doble nacionalidad para protegerse de "los efectos de los climas globales turbulentos". Vean: "Un segundo pasaporte es el mejor seguro de vida del siglo XXI. Con una segunda ciudadanía está protegiendo el futuro de su familia de los vaivenes políticos y de los cambios en la economía". También invoca la consideración social: "Ser un ciudadano global aporta prestigio y estatus y conlleva la posibilidad de diversificar la cartera de inversiones. (?) Es una forma de internacionalizar y diversificar su vida", recalca Micha Rose-Emmett, manager directora de la empresa.

La propaganda de CS Global elige diversas razones para promocionar la obtención de un segundo pasaporte en Dominica, Granada o San Cristóbal y Nieves. La libertad y seguridad que otorga, la movilidad, la protección familiar ante los vaivenes económicos, la privacidad frente a la intrusión de algunos gobiernos, la serenidad que ofrecen las islas del Caribe, sistemas sanitarios y educativos, y una jubilación de ensueño. Se vende asimismo estabilidad; como es natural nadie se acuerda del conflictivo período que atravesó la isla después de su independencia y del golpe de estado socialista de Maurice Bisoph y el movimiento New Jewel, que duró cuatro años y se saldó con la invasión de los marines en octubre de 1983. Granada, que como el resto de estos paraísos fiscales pertenece a la Commonwealth británica, ofrece ahora la ciudadanía a través de un programa de inversiones, y los solicitantes sólo necesitan demostrar el origen legal de sus fondos.

Financial Times, reconocido por su influencia internacional y autoridad en la prensa de color salmón, se postuló tradicionalmente con el lema "el amigo del financiero honesto y del bróker respetable". Defiende el libre mercado y la globalización, y nadie en este mundo podría atreverse a decir que no tiene claro en qué consisten las reglas de juego del sistema capitalista. Tampoco ignora que la evasión fiscal se ha convertido en un deporte de alta competición, jugado desde muchas instituciones financieras con equipos de gente muy bien retribuida cuyo primer objetivo es evitar o reducir el pago de los impuestos a quienes son capaces de mover fondos y fortunas. Igual que sabe, como es natural, que el capitalismo es un sistema racional de costes y beneficios, de vocación utilitarista inspirada en la idea de que el bienestar de todos es fruto de la búsqueda del bienestar individual. Luchar contra la corrupción no es atacarlo, sino lo contrario. Por eso, FT ha insistido en que la autoría de los contenidos de Belong, la revista publicitaria de los paraísos fiscales, sólo son atribuibles al cliente, CS Global Partners. No se trata precisamente de propaganda de Harrods.

Los cazaturistas

Volviendo a Dominica, el índice de pobreza es del 30% y la tasa de desempleo llega al 23%. La salud del país se debilita cuando los huracanes dañan las cosechas o cae el precio del banano, cuyo acceso está vetado en Estados Unidos, por lo que los dominiqueses han decidido pasar de cazarranas a cazaturistas. Por no citar la creciente industria de los ciudadanos globales que eligen su paraíso fiscal para diversificar vida y negocios en medio de lujosas urbanizaciones y bellas playas. El pasaporte se obtiene mediante un fondo de diversificación económica de la propia isla, 100.000 dólares como mínimo por persona, o la compra de un inmueble de al menos 200.000 dólares. En ese caso, la propiedad no puede venderse hasta pasados tres años. Para montar un negocio no es necesario que figure un ciudadano extranjero si se trata de empresas con más de veinte accionistas. Quienes se retiran en la isla están exentos de impuestos sobre los ingresos generados. Los bancos no dejan de ofrecer facilidades. Cualquiera podría entender que el sobrenombre de "Suiza del Caribe" no le viene sólo a Dominica por sus verdes paisajes, ríos, montes y cascadas. Ni siquiera por la monstruosa rana, que nada tiene que ver con las disecadas de Estavayer-le-Lac, de la época Biedermeier.

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