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Canarias amplía la conectividad con África con una nueva línea de aerotaxi

La empresa Pontair Limited ofrece vuelos privados interinsulares y con los países del entorno africano

Mario Pons se sienta ante los mandos del avión. SANTI BLANCO

La movilidad se ha convertido en una herramienta de creciente importancia en un mundo cada día más globalizado. Las líneas aéreas cubren un amplio rango en la conectividad de las Islas con los principales aeropuertos de Europa y del entorno africano. Pontair Limited, una empresa canaria que se constituyó en julio de 2014 y que obtuvo los permisos como compañía aérea en junio de este año, pretende dar respuesta a una demanda del sector, el del servicio de taxi, vuelos turísticos y carga privada que no solo amplía la conectividad aérea interinsular sino que aumenta una oferta limitada con los países del África Occidental.

El piloto y empresario grancanario Mario Pons está detrás de esta iniciativa. Este asegura que el proyecto de Pontair nace con la premisa de servir un puente entre continentes. "Aquí la aeronave se adapta a las necesidades del pasajero y no al revés", plantea como lema. Su empresa tiene su base de operaciones en el aeropuerto de Gran Canaria, desde donde ofrece vuelos privados al resto de islas y a cualquier destino del África Occidental. Para ello cuenta con un avión ligero de la compañía austriaca Diamond, modelo DA42, y que cuida como a un bebé. Tiene cuatro plazas y puede volar en cualquier punto de Europa al estar constituida en base a la normativa comunitaria. Para ello, Pontair cuenta con oficinas en Malta, al ofrecer un marco de oportunidades comerciales especialmente competitivas en el Mediterráneo.

Pons explica que su proyecto se constituye con una idea de futuro pero se construye desde la base de un servicio de calidad a pequeña escala. "Queremos ir poco a poco, con pasos firme y seguros, porque somos conscientes de que en este sector hay que hacer las cosas bien desde abajo" asegura en su intención de ocupar un vacío que han detectado en la conectividad canaria. Su propuesta es común en la mayoría de las capitales del mundo y a sus principales aeropuertos.

El precio de los vuelos es similar al de la clase business de cualquier aerolínea. Un servicio de ida y vuelta entre Gran Canaria y Tenerife para tres personas, espera y con los horarios a disposición del cliente cuesta 485 euros. En una hora, la avioneta de Pontair hace el trayecto a Lanzarote o La Palma; en dos horas, el rango se amplía a la zona sur de Marruecos y alcanzaría Madeira y Nuakchot; en cuatro, cubriría casi todo el litoral marroquí y mauritano; y en seis llega a Dakar, Cabo Verde, Andalucía, Extremadura e incluso a Lisboa.

Esta nueva compañía ofrece sus servicios para empresarios, directivos, turistas o cualquier interesado. Mario Pons cuenta haber realizado servicios de traslado médico, vuelos nocturnos entre islas, mensajería de herramientas o de maquinaria para barcos o plataformas petrolíferas. En su viaje más reciente atendió una petición insólita. El cliente le pidió sobrevolar la isla de Gran Canaria para, en un momento del trayecto, pedir la mano de su novia en matrimonio.

El equipo de Pontair cuenta con una amplia experiencia en el sector. La escuela de pilotos Canavia es su empresa hermana y su estructura permite ampliar su gama de productos para ofrecer la experiencia de sentirse piloto por un día y coger los mandos de su avión bajo las indicaciones de un profesor titulado. También ofrecen vuelos turísticos o la experiencia de regalar un amanecer o un atardecer con las mejores vistas imaginables.

Pero, su principal mercado está en ofrecer una alternativa a la conectividad habitual. Pons ofrece un ejemplo. Un cliente tenía que acudir a una reunión en la ciudad senegalesa de Saint Louis y debían volar a Dakar para realizar después por carretera una conexión de unas cuatro horas. Sin embargo, nuestro avión llevó al cliente a la ciudad de destino en algo menos de cinco horas, le esperamos a los pasajeros y regresamos cuando este había terminado", expuso.

Por último, Pons destaca el valor añadido que implica volar en una avión ligero. "Es algo tan placentero que lo utilizamos como terapia para las personas que sienten miedo a volar. Y se curan", concluyó.

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