El convenio colectivo del sector de la hostelería en la provincia de Santa Cruz de Tenerife pone de manifiesto que la herida interna de Comisiones Obreras (CCOO) continúa abierta. Los miembros de la primera mesa negociadora, destituidos por la comisión ejecutiva de la Federación de Servicios de CCOO-Canarias el pasado día 5, rechazan la firma mañana de un nuevo acuerdo para el sector. Este, que estará en vigor entre 2015 y 2019 "afectará", a su juicio, "a la paz social y laboral y la competividad de la primera industria de Canarias".
Ninguna de las partes en conflicto quisieron revelar las razones del desencuentro. Mientras quienes han estado negociando durante los últimos meses muestran su negativa a la firma, quienes los desalojaron la pasada semana de la mesa de negociación abogan por la rúbrica definitiva "por el interés general de los trabajadores".
El cisma se remonta a noviembre del pasado año, cuando el entonces secretario general de CCOO-Canarias, Juan Jesús Arteaga, dimitió y tomó el mando una gestora. El pasado 26 de junio se celebró un congreso extraordinario del que salió vencedor por cuatro votos Carmelo Jorge, cuya candidatura representaba a un sector del sindicato autodenominado "rebelde" y contrario a la fusión de las federaciones de hostelería y banca.
El otro candidato, Inocencio González, perdió la pugna, pero su plancha se impuso en la composición de la comisión ejecutiva. Carmelo Jorge, secretario general de CCOO, se manifestó también ayer sobre el convenio de hostelería de la discordia, que consideró "inadmisible", ya que "ni uno sólo de los firmantes están entre los afectados". En su opinión, causaría "un grave daño" a las condiciones laborales de unos 50.000 trabajadores, por lo que pidió a la Federación de Servicios que no ratifique el pacto.
Asimismo, el secretario general respaldó a los doce integrantes de la primera mesa negociadora, avalada por el 93% de los delegados del sector. Jorge no reconoce la "legitimidad" de los nuevos negociadores para mediar en el convenio "sin asamblea alguna de delegados".
Uno de los integrantes del grupo inicial de diálogo, Salvador Viñas, señaló que "no se entiende que se lleven peleas internas a un convenio", porque eso "va en contra de los afiliados, los representantes de los trabajadores y los propios trabajadores".
Por su parte, Ignacio López, secretario general de la Federación de Servicios de CCOO Canarias, aseguró que no existe una brecha interna y afirmó, por contra, que "hay un grupo de compañeros que entienden otro tipo de sindicalismo, que no van a cesar en su empeño de incumplir los estatutos".
