El Gobierno de Grecia y las instituciones acreedoras llegaron ayer a un principio de acuerdo sobre el tercer rescate de la economía helena, estimado en 86.000 millones de euros. La Comisión Europea (CE) dejó claro que de momento es un "acuerdo a nivel técnico" y que falta la ratificación política. Desde el Ejecutivo de Alexis Tsipras se destacó que los ajustes serán más "suaves" de los impuestos al Gobierno anterior, aunque se incluyen recortes de pensiones, reformas fiscales y eliminación de prejubilaciones. La Bolsa griega subió ayer el 2%.

El ministro de Finanzas heleno, Euclides Tsakalotos, anunció por la mañana que tras más de 20 horas de negociación había acuerdo con los acreedores para un tercer rescate, aunque matizó que quedaban "pequeños asuntos". Por la tarde, los números dos de los ministros de Economía y Finanzas de la UE celebraron una teleconferencia del Comité Económico y Financiero en la que las instituciones acreedoras -la CE, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad- informaron a los países del acuerdo.

El pacto, que se refiere tanto a las bases del Memorando de Entendimiento que establecerá los detalles y condiciones del nuevo rescate a Grecia como a un nuevo paquete de "acciones prioritarias" con 35 nuevas medidas, necesita ahora recibir el visto bueno político de los países del euro. Se espera que hoy se tome una decisión sobre si se convoca o no el viernes una reunión de los ministros de Economía y Finanzas del Eurogrupo en Bruselas. El resultado del encuentro tampoco sería el paso definitivo, ya que en los primeros días de la semana siguiente aún tendrían que aprobar el acuerdo los parlamentos nacionales. El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, pidió ayer al Parlamento heleno que apruebe mañana mismo el pacto.

Hasta que se selle el rescate, se mantiene sobre la mesa la posibilidad de conceder al Gobierno de Tsipras un nuevo crédito puente para que haga frente a sus obligaciones financieras más inmediatas. "El escenario que se prefiere es consensuar un programa completo a cargo del Mecanismo Europeo de Estabilidad", recalcaron fuentes comunitarias, que indicaron que "al mismo tiempo es necesario trabajar en el escenario de un crédito puente" hasta que se asegure que Atenas tiene recursos para evitar impagos.

El rescate, en caso de obtener definitivamente la aprobación de los socios de la eurozona, tendrá una vigencia de tres años y una asistencia financiera de hasta 86.000 millones de euros, que servirán en su mayor parte para pagar deudas con los acreedores. Atenas espera obtener en un primer desembolso algo más de 24.000 millones, de los que 10.000 se destinarían a la recapitalización de la banca. Además, 7.200 millones irán a devolver la primera financiación puente que recibió en julio y otros 5.000, al pago de vencimientos al FMI y al BCE, en agosto y septiembre.

El Gobierno griego se mostró ayer satisfecho con el acuerdo alcanzado con las instituciones acreedoras, ya que considera que deja margen para el crecimiento económico. Fuentes gubernamentales señalaron que el compromiso alcanzado contempla una revisión de los objetivos presupuestarios que incluye ajustes "suaves", menores de los que se habían exigido al Gobierno anterior.

En concreto se refirieron a los nuevos objetivos para el superávit, revisados a la baja debido al nuevo retroceso de la economía. Para el año en curso, Grecia y las instituciones acordaron que en lugar de un superávit primario de un 1% del PIB, tan solo será necesario un déficit primario del 0,5%. Para 2016 se ha previsto un superávit primario del 0,5 %; para 2017, del 1,75%, y finalmente para 2018, del 3,5 %, el objetivo inicial.

"Con este acuerdo, las obligaciones de superávit de Grecia se reducen un 11% en tres años, evitando medidas por importe de 20.000 millones de euros", destacó Tsakalotos, que añadió que el acuerdo dará liquidez para refinanciar la deuda hasta la primera mitad de 2018 y proporcionará dinero "fresco" al mercado, lo que permitirá revitalizar las empresas. Además, fuentes del Gobierno resaltaron que la recapitalización de la banca elimina el peligro de quitas a los depósitos y que consiguieron mantener hasta fin de año la moratoria a los desahucios de la primera vivienda y evitar que los créditos morosos de la banca se vendan a fondos privados.

El acuerdo incluye una lista de 35 acciones a legislar inmediatamente. Entre ellas figura, según la prensa local, la abolición de las ventajas fiscales de los agricultores, cambios en el impuesto sobre bienes inmuebles, la reestructuración del régimen de pensiones con el objetivo de lograr un ahorro anual del 0,5 % del PIB, la eliminación gradual de las jubilaciones anticipadas y la liberalización plena del sector energético en 2018.