El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó ayer a España a mantener sus esfuerzos de consolidación fiscal para alcanzar sus objetivos de déficit y, en concreto, abogó por permitir nuevos copagos en sanidad y educación, salvo para los grupos más vulnerables, así como por recortar más los tipos reducidos de los impuestos al consumo, el IGIC en el caso de Canarias.

En el informe sobre la economía española, la institución dirigida por Christine Lagarde aseguró que existe margen a nivel regional para ahorros fiscales y eficiencias adicionales, como por ejemplo reduciendo los costes de prestar los servicios públicos de educación y sanidad. En concreto, propuso incrementar los poderes regulatorios de las comunidades autónomas para establecer copagos en estos servicios, aunque incidió en que para mantener el acceso a ellos de forma asequible, deben "reducirse o eliminarse" para los grupos más vulnerables o para servicios sanitarios específicos, como prevención, enfermedades crónicas o inmunización.

Asimismo, el Fondo abogó por elevar los impuestos especiales y medioambientales y eliminar de forma gradual el trato preferencial en la imposición indirecta con el objetivo de situar los esfuerzos recaudatorios de España en línea con los del resto de países europeos.

El Fondo estimó que los esfuerzos de consolidación se han reducido y ve necesario un ajuste estructural de alrededor de medio punto porcentual del PIB al año para garantizar el descenso de la deuda. Además, consideró que, pese a que la recuperación ayudará a alcanzar los objetivos de déficit, las metas marcadas siguen siendo "complicadas". Ayer mismo se conoció que la deuda del conjunto de las administraciones públicas españolas cerró junio con un aumento de 12.638 millones de euros, hasta alcanzar los 1,053 billones de euros, con lo que ronda el 98,5% del PIB, según el Banco de España.

El FMI destacó que el crecimiento económico de España está "muy por encima de la media de Europa" aunque estimó que ha tocado techo. Para 2015 sitúa el crecimiento del PIB en el 3,1%, pero lo reduce al 2,5% en 2016 y el horizonte de 2020 lo sitúa en el 1,8%.

Por otra parte, el organismo internacional subrayó las dificultades de España para vender las participaciones que aún posee el Estado en las rescatadas Bankia y BMN antes del plazo de principios de 2018. "Sus valoraciones están por debajo del precio de venta", señaló el FMI.

"Aunque los ingresos han crecido, su porcentaje de valoración de precios se mantiene por debajo de los precios de venta objetivos", agregó el organismo dirigido por Christine Lagarde. Apuntó, no obstante, que en 2014 el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) vendió sus participaciones en NCG Banco, Catalunya Banc y el 7,5 % de Bankia "con unos ingresos de 3.500 millones de euros". Además, el texto comenta las "continuas pérdidas" del banco malo.