La Cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó ayer el tercer rescate a Grecia, en una votación en la que quedó de manifiesto que la corriente de oposición al texto cuenta con numerosos seguidores entre los democristianos (CDU) de la canciller Merkel. En total, 63 miembros de la CDU votaron en contra del rescate, mientras que otros tres se abstuvieron. Con todo, esta cifra resulta de poca entidad comparada con las globales: el acuerdo fue aprobado con 454 votos a favor, 113 en contra y 18 abstenciones.

El rescate, cuyo importe máximo será de 86.000 millones de euros, también fue aprobado ayer por el Parlamento de los Países Bajos, que rechazó una propuesta de la oposición para tumbar el programa de asistencia financiera a Grecia. Esta moción fue rechazada con 81 votos en contra y 52 a favor.

Luz verde del MEDE

El programa de asistencia financiera también recibió el visto bueno del fondo de rescate permanente de la eurozona, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que además autorizó la entrega de un primer tramo de 26.000 millones de euros al país heleno.

Este pago está dividido en un tramo de 10.000 millones de euros que serán transferidos a una cuenta especial del MEDE en Luxemburgo para la recapitalización y liquidación de bancos, y en otro de 13.000 millones de euros que Atenas recibe hoy. Otros 3.000 millones de euros se desembolsarán "no más tarde del 30 de noviembre", según el MEDE, en uno u dos tramos, sujetos a la puesta en marcha por Grecia de medidas claves.

La junta directiva del MEDE, en la que están representados los ministros de Finanzas y Economía de los países del euro, también dio su visto bueno al programa financiero asociado al rescate y al memorando de entendimiento, que fija las reformas y los ajustes que debe acometer Grecia.

El MEDE recordó en un comunicado que la suma total que alcance en la práctica el rescate dependerá del "éxito" de Grecia en la aplicación de reformas, a la vez que advirtió de que el monto de los créditos que quedará a cargo de la eurozona estará en función de lo que decida el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre su participación en el programa. En principio, para integrarse en el rescate, el FMI exige una quita de la deuda que las instituciones europeas rechazan. Sin esa quita, el FMI no ve viable la economía griega en el futuro. Por el momento, las partes no han llegado a un acuerdo al respecto, aunque el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem ha mudado su posición y acepta participar en el rescate aunque no haya quita. Estas afirmaciones no fueron confirmadas por el FMI.

En Grecia, el viceministro de Cultura de Grecia, Nikos Xydakis, dio por sentado que habrá un adelanto electoral en los próximos meses, aunque precisó que el primer ministro Tsipras no ha decidido aún si hará los comicios en octubre o con posterioridad.